Mateo se asustó y corrió. Uno de los sicarios lo vio y le disparó en la cabeza. Lo mató casi al instante.
05/12/2023 17:18
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En el recinto 6 de Julio, ubicado a 92 kilómetros de Guayaquil, la vida de Mateo Barrera, un niño de tan solo 13 años, fue abruptamente segada por la violencia que azota a la comunidad. La tarde se teñía de horror cuando un grupo de desconocidos llegó a la cancha donde Mateo disfrutaba de su día.
Testigos presenciales relataron aterradores momentos cuando los sicarios abrieron fuego indiscriminado, apuntando inicialmente a Vianey Flores y Richard Chang, quienes eran los presuntos blancos del atentado. La ráfaga de disparos sembró pánico en el lugar, y en medio de la confusión, Mateo, asustado, emprendió una carrera desesperada.
Fue en ese instante que uno de los gatilleros, sin compasión, apuntó hacia el indefenso niño y disparó directamente a su cabeza. La bala mortal segó la vida de Mateo casi al instante, sumiendo a la comunidad en la consternación y el luto.
La comunidad de Naranjal, un cantón de poco más de 53.000 habitantes, se encuentra conmocionada e indignada por este acto sin sentido que arrebató la vida de un inocente. Mientras las autoridades intensifican sus esfuerzos para llevar a los responsables ante la justicia, la tragedia de Mateo Barrera deja una marca imborrable en el corazón de quienes conocieron al joven lleno de sueños que, en un instante, vio su vida truncada por la violencia despiadada que afecta a la sociedad.
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