Controversial: La hoja de coca entre el uso tradicional, las críticas y la ‘mala fama’

Para bien o para mal, la hoja de coca es un elemento de la vida diaria de muchos bolivianos, para el acullico con fines de aumentar la resistencia y para soportar largas jornadas de trabajo, el uso tradicional medicinal es reconocido y su uso extendido en todo el país para ‘confraternización’.

Uso tradicional

Durante siglos, los pueblos indígenas de la región andina han masticado hoja de coca y han bebido mate de coca. Según se conoce esas bebidas en base a la hoja de coca o el denominado ‘acullico’, ayudaría a combatir el hambre, la sed, el dolor y cansancio.

Para el sociólogo Guillermo Dávalos: “En el último tiempo el denominado ‘acullico recargado’ con bicarbonato, estevia, café y cada vez más elementos con los que combinan la hoja de coca (es más utilizado) como una práctica que atrae y ‘endulza’ a adolescentes y jóvenes”.

Críticas y controversias

Sin embargo, tampoco se puede dejar de lado el hecho del estigma que se tiene en el exterior por ser considerada una materia prima para la fabricación de sustancias controladas.

El sociólogo Guillermo Dávalos dice que para él, la hoja de coca no es propiamente un factor de unidad nacional. Sin embargo, el uso ‘social’ que tiene, más que ‘unir’, se ha ‘expandido’ en todo el país.

“Las opiniones sobre la hoja son diversas y polarizadas: para algunos, es un símbolo de resistencia cultural y soberanía nacional, mientras que para otros es una amenaza para la salud pública y la seguridad internacional”, afirmó Dávalos.

La mala fama y su impacto

Gran parte de la población de los países de Bolivia, Perú y Colombia, reconocen que la hoja de coca se utiliza tradicionalmente para combatir el mal de altura, aliviar dolores y reducir el apetito. Sin embargo, existe una denominada mala fama de ‘la hoja milenaria’, pues para otros tiene una influencia negativa, ya que lo asocian al narcotráfico.

La industria de la cocaína habría fomentado la imagen de la hoja como una sustancia problemática, y dañina para a salud, quitando de esa manera el valor cultural, medicinal y ancestral que posee.

Esta asociación ha llevado a políticas represivas y a la criminalización de su cultivo y uso en algunos países, afectando a las comunidades que dependen de ella, estigmatizando su uso, a factores negativos.

Revalorización y respeto

Con una mirada positiva, siendo que la hoja de coca mantiene una historia rica respecto a su uso tradicional, sería importante separarla del estigma asociado con su explotación para fines ilícitos y reencontrar el camino de revalorización de esta hoja milenaria, para mantener las prácticas culturales de quienes la consideran como una ‘hoja sagrada’, respetando la percepción de quienes prefieren no considerarla de esa manera.

Colaboración: Nancy Rodríguez, estudiante UPDS