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Red Uno de Bolivia.- La investigación del doble crimen de las hermanas de Patricia (43) y Carmen Caballero Ovando (59) dio un nuevo giro, luego de una audiencia de reconstrucción, realizada por los fiscales que llevan a cabo el caso.
Una serie de contradicciones fue lo que se escuchó por parte de Isabel Caballero (23), hija menor de una de las víctimas que fue muerta a puñaladas el pasado 25 de julio en su domicilio cerca del puente Cobija, ahora se apunta a que no sería víctima sino una “potencial sospechosa” de haber cometido el crimen, por lo que se la imputará por el delito de parricidio.
Primero, que ella dijo que había salido a la farmacia minutos antes del crimen, y volvió a su casa porque tuvo “un presentimiento”. En segundo lugar, las heridas en sus brazos no corresponderían a un ataque de sicarios. Además, dio tres versiones del momento en que presuntamente vio a su tío en el lugar de los hechos.
La joven, Isabel C.C. (23) fue imputada formalmente por los delitos de parricidio y asesinato y un juez la envió ayer, con detención preventiva, a la cárcel de San Sebastián. Sin embargo, aún no se ha descartado que el exesposo de una de las víctimas, Mario Claudio T.R., haya participado también de este caso.
Isabel C.C. fue adoptada por Carmen Caballero Ovando (59) y su esposo, el militar Manuel Cardozo (79). La profesora Carmen no pudo tener hijos propios y decidió repetir el acto de amor que sus padres hicieron con ella y con su hermana Patricia (43), pues ellas también fueron adoptadas cuando eran niñas. Presumiblemente la acusada tenía constantes discusiones con su madre por temas económicos.
Asimismo, otro imputado por el caso, su tío Mario Claudio (expareja de Patricia), quien fue aprehendido y enviado a la cárcel de El Abra, por los presuntos delitos de feminicidio, asesinato y tentativa de asesinato.
Antecedentes del caso:
Carmen y Patricia Caballero Ovando habían sido atacadas, dentro de su casa de la calle José Martí y Tarapacá también resultó herida la hija de Carmen, Isabel C.C., la misma que fue internada en Los Olivos.
El día de la tragedia, dos niñas de 10 y 13 años, también hijas adoptivas de Patricia, se asustaron al ver llegar a la casa a su padre adoptivo Mario Claudio T.R., quien aseguró que se enteró de los crímenes por el informe de una unidad móvil de televisión. Una de las niñas que lo vio temblaba y se desvaneció. En tanto, las niñas han sido derivadas a hogares de acogida hasta que termine la investigación que tiene un avance del 60%.
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