En medio de mucho dolor enterraron a los hermanitos César y Daniel

En medio de consternación y mucho dolor, familiares y vecinos de los dos pequeños niños de dos y cuatro años que fueron asesinados por su padre, fueron enterrados en el cementerio de Ventilla.

La madre de los dos pequeños no encuentra consuelo ante la gran perdida, pues le tocó enfrentar a su agresor cuando atacaba a sus hijos.

El padre de ambos niños, Guillermo T. P., confesó haberlos degollado y tras someterse a un proceso abreviado, fue sentenciado a 30 años de cárcel sin derecho a indulto por el delito de infanticidio.

El hombre, que permanecía internado en el hospital Boliviano Holandés, fue trasladado a la cárcel de Chonchocoro durante la tarde de este jueves, en medio de un tumulto de personas que intentaron golpearlo y le gritaron todo el tiempo.

Cesar y Daniel, los dos pequeños hermanitos, fueros asesinados por su propio padre, quien utilizando un cuchillo de cocina los degolló sin piedad, agredió a su madre y luego intentó provocarse lesiones.