“Las autoridades nos dicen que no hay presupuesto”, Guardaparques del Amboró reclaman por falta de condiciones

En el corazón de la exuberante y vital área protegida del Parque Nacional Amboró en Santa Cruz, la labor de los guardaparques se ve obstaculizada por condiciones de trabajo lamentables y la falta de recursos. En una reciente visita de la Red Uno a esta zona natural de valor incalculable, se evidenció la cruda realidad que enfrentan estos guardianes del medio ambiente.

Los guardaparques, encargados de proteger las 637.600 hectáreas de este tesoro ecológico, se enfrentan a una serie de desafíos alarmantes. Sus vehículos, esenciales para patrullar y monitorear el vasto territorio, presentan graves deficiencias: un automóvil sin ventanas, varado por llantas pinchadas, y motocicletas inoperables, lo que obstaculiza su labor diaria.

Milton Cortes, presidente del comité de gestión del Parque Amboró, expuso la difícil situación: "Es dura la realidad. Ahora los guardaparques hacen una rutina de 5 campamentos con solo dos motos. Necesitamos más recursos y, al menos, la contratación de 11 guardaparques adicionales. Ingresamos a zonas críticas con miedo a que algo pueda sucedernos debido a la falta de personal y condiciones Nuestros campamentos están cayéndose".

El deterioro de las instalaciones es evidente. Los techos caídos y la falta de mantenimiento hacen que los guardaparques resguarden sus pertenencias bajo carpas. Federico Barrón, uno de los funcionarios, lamentó: "Las autoridades siempre nos dicen que no hay presupuesto".

El Parque Nacional Amboró no solo enfrenta dificultades internas, sino que también se encuentra amenazado por actividades ilegales como plantaciones de coca y asentamientos ilegales. Estos hallazgos recientes han generado preocupación sobre la protección de esta joya natural boliviana.

En respuesta, el Viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, ha señalado a los guardaparques por presuntamente "permitir" estas actividades ilegales, una acusación que ha sido refutada por los propios guardaparques. "Éramos 30 guardaparques y ahora solo somos 11 para (custodiar) 637.600 hectáreas. Nosotros hacemos lo que podemos, y, a veces, debemos poner de nuestro propio bolsillo", expresó Cortes.