“Me rompieron el corazón, lloré una noche y un día”, relató Emilia ante la agresión en Achumani

El caso de las tunas ha dado mucho de qué hablar en La Paz y en el país en general, ante la poca empatía que tienen algunas personas. Aunque desde el momento que se conoció la agresión, la vida de Emilia Mamani ha cambiado para bien, por todo el apoyo recibido, la discriminación ha dejado una marca en el pequeño Miguel Ángel que hasta el día de hoy no ha podido dormir tranquilo, pues continúa asustado.

“No ha podido dormir y tampoco me ha dejado dormir a mí, se asustó y quería ir a la Policía porque si se hubiera enfermado no sabría cómo curarlo”, relató la señora Emilia asegurando que tanto ella como su nieto ya no quieren volver al lugar donde fueron agredidos.

Pero ahora, tras recibir toda la ayuda de la población y de las autoridades, el pequeño Miguel Ángel se encuentra feliz.

La vida de la señora Emilia es bastante sacrificada y tiene que despertarse todos los días a las 04:00 de la mañana para poder ir a vender verduras, y todo lo que se pueda comer.

La señora Emilia confesó en QNMP que jamás se imaginó que el mal momento que pasó la haya hecho tan conocida.

“Yo llegué del campo y justo una señorita vino y me habló por mi nombre y yo me asusté. En ese ratito comencé a temblar de asustada, pero ye me explicaron y por eso hemos venido al canal”, aseguró la señora Emilia quien aseguró que quiere continuar ayudando a su nieto por lo que le resta de vida.

“No me gustarían que le hagan a nadie más lo que me hicieron a mí, porque en ese momento me rompieron el corazón, me lastimaron. He llorado una noche y un día del susto y como yo lloraba, mi hijito también empezaba a llorar”, relató en el programa QNMP de la Red Uno de Bolivia.