Avance imparable del Grupo Wagner hacia Moscú y Putin se ve obligado a huir a San Petersburgo

Rusia se encuentra al borde de una guerra civil de consecuencias impredecibles, tras la toma del poder por parte de los mercenarios del Grupo Wagner, liderados por Yevgeni Prigozhin, en las estratégicas regiones de Rostov y Voronezh. Estas zonas son de vital importancia para el acceso de las tropas rusas en Ucrania, y su control es considerado el primer paso hacia la dirección de Moscú, donde Prigozhin planea “frenar el mal” dentro de la cúpula militar rusa.

Un portavoz del Grupo Wagner confirmó que se encuentran a tan solo 80 kilómetros de la capital rusa, aproximadamente a unas 4 horas de distancia, después de haber librado un enfrentamiento en la carretera que conecta Voronezh con Moscú, separadas por 500 kilómetros.

Según informes, las unidades del Grupo Wagner estarían actualmente en la vecina región moscovita de Tula. Además, el grupo paramilitar ha anunciado haber derribado tres helicópteros del Ejército ruso y un avión en su intento por tomar el control militar de la ofensiva rusa.

Las consecuencias de esta posible guerra civil son impredecibles, tanto a nivel interno como en la región. La estabilidad política de Rusia se ve amenazada, y la situación podría tener un impacto significativo en los países vecinos, especialmente en Ucrania, donde las tensiones entre ambos países ya se encuentran en un punto crítico.

La comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos en Rusia, preocupada por el potencial impacto de esta crisis en la estabilidad global. Las negociaciones diplomáticas se intensifican en un intento de evitar una escalada de violencia y buscar una solución pacífica a esta crisis que amenaza con sumir a Rusia en una guerra civil sin precedentes.