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En una ceremonia inédita, el papa Francisco presidió el funeral de Benedicto XVI

Benedicto, el primer pontífice en casi 600 años en renunciar a su cargo, en lugar de ocuparlo de por vida, murió a los 95 años el 31 de diciembre en un monasterio en la Ciudad del Vaticano.

05/01/2023 9:51

El cardenal italiano Giovanni Battista Re (L) bendice el ataúd del Papa emérito Benedicto XVI, mientras el Papa Francisco observa (C) durante su misa fúnebre en la plaza de San Pedro en el Vaticano. (📸 AFP)
Roma, Italia

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El papa Francisco que se presentó en silla de ruedas por molestias en sus rodillas, inició este jueves, 5 de enero, la misa solemne por el funeral de Benedicto XVI, fallecido el pasado sábado a los 95 años, ante miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro, una ceremonia inédita en la historia moderna de la Iglesia católica que inició a las 03:30 de la madrugada, hora de Bolivia.

El sencillo ataúd de madera donde yace el cuerpo de Joseph Ratzinger, que lleva encima una copia de los Evangelios, fue colocado en el altar instalado en el atrio de la basílica, desde donde preside la misa en silla de ruedas el papa Francisco.

El sencillo ataúd de madera donde yace el cuerpo de Joseph Ratzinger. (📸 AFP)

La presencia de un papa en el funeral de su predecesor es algo poco común en la historia reciente. Entre los fieles figuran muchos sacerdotes y monjas, quienes hicieron fila para entrar desde la madrugada a la plaza.

Las exequias del pontífice serán solemnes pero sobrias. (📸 Getty)

Las exequias del pontífice alemán, quien renunció al trono de Pedro en 2013 tras 8 años de pontificado, serán “solemnes pero sobrias", había adelantado el Vaticano, tal como era su deseo.

Se estima que unas 50.000 personas presentaron sus respetos al difunto Benedicto en la Plaza de San Pedro. (📸 CNN)

En total, 195.000 personas desfilaron durante tres días, de lunes a miércoles, ante los despojos de Joseph Ratzinger, cuyo cuerpo yacía en un catafalco cubierto por una tela dorada, rodeado por dos guardias suizos vestidos de gala, frente al altar mayor de la basílica de San Pedro.

El primer papa alemán de la historia moderna, quien se retiró sus últimos 10 años de vida en un monasterio del Vaticano, será enterrado sucesivamente en una ceremonia privada en la cripta de la basílica, en la que fuera la tumba de Juan Pablo II hasta 2011.

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