“Bolivia necesita un cambio”: Camacho insta a la oposición a unirse y plantea tres premisas para frenar al MAS

El gobernador electo de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho Vaca, instó a la oposición y a quienes no comulgan con el partido de Gobierno a unirse para liderar un cambio de dirección en el país, gobernado por el Movimiento Al Socialismo (MAS) desde 2006, con una breve pausa en 2020.

En una publicación en su cuenta de X (anteriormente Twitter), Camacho destacó la crisis económica y social que, según él, se vive actualmente bajo la administración del MAS, responsabilizando directamente al presidente Luis Arce y al exmandatario Evo Morales.

“El MAS nos ha llevado a uno de los peores momentos de nuestra historia. Estamos atrapados en una crisis económica que afecta a todos los hogares, con colas interminables para obtener combustible y pronto para alimentos. Esta es la realidad que nos imponen Arce y Morales; ambos son culpables de la corrupción, la pobreza y el colapso que vivimos”, señaló Camacho.

Tres premisas para el cambio: Libertad, desmonte del estatismo y reducción de la burocracia

Camacho, quien se posiciona como uno de los principales líderes de la oposición, delineó tres premisas fundamentales para el cambio en Bolivia:

1. Frente a la izquierda restrictiva y corrupta del MAS, propongo la libertad como principio fundamental de una sociedad basada en el libre mercado, la iniciativa privada y la democracia irrestricta como forma de participación y representación ciudadana.

2. En lo económico, el cambio que necesita Bolivia debe empezar desmontando el estatismo centralista que impide las libertades económicas. Salir de la crisis es salir del modelo socialista empobrecedor. Las empresas estatales son fuentes de despilfarro, su creación y funcionamiento significó el inicio de la crisis económica. Hoy, las empresas estatales le deben al país más de 36 mil millones de bolivianos y son las principales causantes del déficit fiscal y la grave crisis que estamos sufriendo los bolivianos.

3. El MAS ensanchó las estructuras estatales y la burocracia gubernamental. Eso le sirvió como mecanismo de supervivencia partidaria, de extorsión al sector privado del país y a las entidades territoriales autónomas. Se crearon cientos de miles de pegas para amigos, familiares, cómplices y militantes. Pero, además, en lo político, el MAS utilizó con descaro, las estructuras estatales para crear monopolios y asfixiar a las empresas privadas y a los gobiernos departamentales y municipales.

El modelo estatista del MAS, en definitiva, es un arma que ese partido utiliza para acumular poder, generar una burocracia corrupta y para desatar una persecución totalitaria contra las regiones y contra la oposición democrática. Por eso, hay que decirles la verdad a los bolivianos: el cambio que necesitamos el 2025 debe contemplar el desmontaje del modelo socialista empobrecedor, para impulsar un país productivo a partir de la iniciativa privada. Hoy, el 80% del empleo en Bolivia lo genera el sector privado y los emprendedores.