Su padre le echó alcohol y quemó sus manitos por creer que le había robado dinero

Un escalofriante incidente ha sacudido a la comunidad de Potosí durante el pasado fin de semana. Un niño de tan solo 10 años fue víctima de un terrible acto de abuso por parte de su propio padre, quien lo acusó, injustamente, de robar dinero en casa y tomó medidas extremas como castigo.

El padre, al notar la falta de dinero en su hogar, sin pruebas concluyentes, culpó a su hijo mayor entre sus hermanos. Como método de castigo, el niño fue sometido a un acto inhumano: Sus manitas fueron atadas, se le aplicó alcohol y, posteriormente, se le prendió fuego, provocándole quemaduras de segundo y tercer grado.

A pesar de las graves lesiones sufridas por el pequeño, su padre no lo llevó a recibir atención médica y lo obligó a asistir a la escuela, a pesar del estado crítico de sus manos. Afortunadamente, los maestros se percataron de las heridas y denunciaron de inmediato el terrible suceso.

El Ministerio Público ha intervenido en este caso, y el agresor ha sido arrestado por violencia familiar y doméstica. Será llevado a audiencia en las próximas horas para ser juzgado por este acto cruel, informó la Fiscal Departamental, Roxana Choque.

Este incidente sirve como una angustiosa llamada de atención para los padres de familia, recordándoles la importancia de reflexionar sobre cómo manejar las faltas de sus hijos. Es fundamental comprender la necesidad de cuidar y proteger antes que recurrir a métodos de castigo tan deshumanizantes.