Esposa, hija y yerno fueron enviados a Palmasola acusados de matar a Florencio

La mañana de este viernes durante una audiencia de medidas cautelares, la juez de Instrucción Penal, Ana Gloria Rojas, determinó enviar con detención preventiva en la cárcel de Palmasola a la esposa, hija y yerno (Irma Ortiz, Irma Cadima Ortiz y Henrry Ayala) de Florencio Cadima Ponce (78), el hombre que fue asesinado y enterrado en el patio de su propia casa en mayo de 2020.

La medida cautelar a cumplirse en el recinto penitenciario será por un lapso de 180 días mientras dura la investigación para esclarecer el horrendo crimen que conmocionó a la población cruceña la noche del miércoles 23 de junio cuando se reveló el caso.

"Vamos a continuar con la investigación para lograr esclarecer el presente hecho, se deben tomar más declaraciones al entorno familiar y ver cuáles fueron los motivos exactos del crimen", afirmó la fiscal Alejandra Ávalos. 

La fiscal manifestó que durante la audiencia la esposa de la víctima quiso deslindar responsabilidades a su familia y aseguró ser la autora de la muerte del exmilitar. 

"Yo lo asesiné, nada que ver mi familia, todo tiene que recaer sobre mí, dejen a mi familia (…) por mí irme ahora porque yo ya soy una carga", dijo la esposa al término de la audiencia en contactos con los medios. 

Ávalos manifestó que se encontró contradicciones en las declaraciones de la mamá y la hija, pues primeramente la esposa aseguró ser la autora de la muerte de su esposo. Se sospecha que la causa del asesinato fue quedarse con la vivienda de Florencio Ponce, aunque el caso continúa en investigación.

Acotó que la necropsia realizada reveló que Florencio Cadima murió por un fuerte golpe en la cabeza. 

Finalmente indicó que Irma Cadima (hija) es procesada por parricidio, mientras que la esposa y el yerno por asesinato.

El caso se descubrió luego de que una de las hijas del exmilitar, que reside en Inglaterra, denunció ante la Fiscalía que su padre estaba desaparecido desde hace un año. En ese momento se activó una investigación por parte de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) a la cabeza del coronel Ángel Morales. 

Los agentes acudieron hasta el domicilio del desaparecido en la Urbanización Toborochi, donde la esposa del infortunado Florencio Cadima confesó que junto a su hija y otros de sus familiares participó en el crimen y que sus restos estaban enterrados en la misma vivienda.