¿Murciélagos contra el dengue y el zika? Madrid opta por control biológico

La Comunidad de Madrid, en España, puso en marcha un proyecto piloto que utiliza refugios para murciélagos como herramienta biológica en la lucha contra el “mosquito tigre” (Aedes albopictus), un vector conocido por transmitir enfermedades como el dengue, el zika y el chikungunya. 

Este proyecto propuesto desde la Dirección General de Biodiversidad y Gestión Forestal de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid, busca reducir la proliferación de estos insectos mediante el control natural que ejercen los murciélagos, capaces de consumir entre 1.000 y 3.000 mosquitos en una jornada.

La instalación de 120 cajas-refugio, se centra en municipios como Rivas Vaciamadrid, Velilla de San Antonio, Aranjuez y Perales de Tajuña, zonas con alta presencia de este insecto. Las ubicaciones incluyen zonas verdes y ajardinadas en la interfaz entre áreas urbanas y rurales. 

¿Cómo funcionan las cajas para murciélagos?

Estas cajas-refugio están fabricadas con “cemento de madera”, una mezcla de serrín (75%), cal, cemento y aditivos que las hace resistentes a la intemperie y al ataque de depredadores como los pájaros carpinteros. Además, su diseño garantiza un microclima adecuado para los murciélagos al ser aislante y transpirable.

Las cajas se colocan en grupos de 5-6, formando núcleos en árboles con troncos gruesos y sin ramas en los primeros 3-4 metros. Este tipo de disposición busca ofrecer a los murciélagos opciones variadas y favorecer su ocupación, que se distribuirá de manera diferencial según sus preferencias.

¿Por qué usar murciélagos para controlar el mosquito tigre?

El “mosquito tigre” (Aedes albopictus) es una especie invasora y transmisora de enfermedades como el dengue, el zika y el chikungunya. Su actividad es diurna, con picos al amanecer y al atardecer, horarios que coinciden con los momentos en que los murciélagos están más activos.

Un solo murciélago puede consumir entre 1.000 y 3.000 mosquitos en una jornada, ayudando a reducir de manera natural las poblaciones de este insecto sin recurrir a pesticidas químicos. Además, también son eficaces contra otros dípteros molestos como la mosca negra o los flebótomos, vectores de enfermedades como la leishmaniasis. 

Un proyecto piloto con visión a largo plazo

Este programa, que se encuentra en fase experimental, será evaluado en 2025. Durante este período se estudiará el grado de ocupación de las cajas, su efectividad en el control del mosquito tigre y se realizarán ajustes en la ubicación o el mantenimiento si es necesario.

Los responsables destacan que esta medida es complementaria y no pretende reemplazar otras estrategias de control de plagas. Sin embargo, es un paso hacia soluciones más sostenibles.

En Bolivia, el vector predominante es el mosquito Aedes aegypti con una amplia distribución en los departamentos de Santa Cruz, en el Chaco de Tarija y Chuquisaca, Norte de La Paz, Trópico de Cochabamba y la Amazonía Beniana y Pandina. 

https://www.reduno.com.bo/noticias/sedes-confirma-primer-caso-de-chikunguna-en-santa-cruz-2024121981634