El pequeño de ocho años notó que un hombre de la tercera edad intentaba vender a los comensales unas paletas de bombón
09/12/2019 18:30
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Adalid es un niño como cualquier otro, el jueves pasado junto a su madre acudieron a una taquería a cenar. Venían de casa de su abuelita, en donde habían jugado lotería y Adalid había ganado 70 pesos. Mientras cenaban, el pequeño de ocho años notó que un hombre de la tercera edad intentaba vender a los comensales unas paletas de bombón, la escena que vivió Adalid fue de rechazo, nadie le compraba al anciano lo que ofrecía.
Su madre accedió a tal petición y el hombre, agradecido con Adalid y su madre, se comió dos tacos de bistec y uno de chorizo; esto a la vez que el pequeño vigilaba que le sirvieran antes al vendedor que a ellos. Mientras el comerciante degustaba sus tacos, no pudo evitar derramar algunas lágrimas de felicidad, acto del que Adalid se percató.
"Yo lloré porque lo vi llorar. Vi cómo se limpiaba las lágrimas. Cuando terminó me dio las gracias y un abrazo", dijo el pequeño, aún conmovido.
"Maravilloso ejemplo y lección de ser", "Aún hay esperanza para el mundo", "Más niños así, con valores y empatía a sus semejantes y seres vivos”, “En medio de tantas noticias desagradables, es un consuelo saber que aún hay esperanza en la humanidad, que hay familias inculcando valores y respeto a los demás, la empatía es lo que puede salvar al mundo”, son algunos de los comentarios que se leen en la publicación
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