La integración de la inteligencia artificial ha elevado aún más el potencial de estas tecnologías.
09/10/2025 14:23
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La odontología ha entrado de lleno en la era de la tecnología avanzada. En particular, la radiología dental —una herramienta clave para el diagnóstico y la planificación de tratamientos— ha evolucionado significativamente gracias a la incorporación de equipos digitales, imágenes 3D y, más recientemente, inteligencia artificial (IA). Esta transformación no solo mejora la calidad de las imágenes, sino que también optimiza el trabajo clínico y permite una experiencia más precisa, eficiente y segura tanto para profesionales como para pacientes.
Según la doctora Alina Alanoca Rivero, docente de Imagenología de la carrera de Odontología en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, sostiene que la tecnología ayuda en el trabajo de la toma de radiografías dentales (intraorales y extraorales), dependiendo del tipo de equipo y de la ubicación del sensor y de manera más precisa.
“La planificación de tratamientos es mucho más precisa, ya que ofrece herramientas específicas para procedimientos como la endodoncia o la implantología”, señala la doctora Alanoca. Estas herramientas permiten, por ejemplo, medir conductos radiculares con exactitud submilimétrica, planificar la colocación de implantes simulando su ubicación, o incluso realizar trazados cefalométricos en tres dimensiones para tratamientos ortodóncicos.
La integración de la inteligencia artificial ha elevado aún más el potencial de estas tecnologías. Uno de los grandes aportes de la IA en imagenología es la reducción automática de artefactos —como las distorsiones causadas por coronas o implantes metálicos— que dificultan la interpretación radiográfica. Gracias a algoritmos avanzados, ahora es posible obtener imágenes más limpias, sin interferencias visuales, lo que mejora la capacidad diagnóstica y reduce errores.
Un metaanálisis publicado en ScienceDirect, sobre las aplicaciones de la inteligencia artificial (IA) en el uso de técnicas de imagen en odontología, analizó estudios in vitro y concluyó que la IA supera significativamente a los métodos manuales tradicionales en la detección y diagnóstico dental. Los resultados muestran una mayor sensibilidad y un mejor valor predictivo negativo, lo que indica que la IA identifica con mayor precisión tanto los casos positivos como los negativos.
Pero los beneficios no se limitan a la calidad visual. La IA también ha mejorado drásticamente la interacción del operador con las imágenes, haciendo más simple y rápida la planificación de tratamientos. “Ahora con un solo clic se puede trazar estructuras que antes se hacían de forma manual”, destaca la doctora Alanoca. Este avance no solo ahorra tiempo, sino que incrementa la precisión en el diagnóstico. Un ejemplo claro es el trazado automatizado del nervio dentario inferior, fundamental para evitar complicaciones en cirugías mandibulares.
“Las radiografías intraorales son las que utilizan un sensor o película que se coloca dentro de la cavidad bucal y se toman con un equipo periapical”, explica. Estas son ideales para observar uno o varios dientes de manera detallada, como en el caso de las radiografías periapicales, que permiten detectar caries profundas, infecciones o alteraciones óseas.
Por otro lado, las radiografías extraorales —como la panorámica, una de las más solicitadas— ofrecen una visión global de la cavidad bucal, útil para evaluar el estado general de todos los dientes, huesos maxilares y estructuras vecinas. También se utilizan técnicas más complejas, como la radiografía cefalométrica y la tomografía volumétrica (CBCT), que son esenciales en ortodoncia, implantología y cirugía maxilofacial. Estas últimas permiten trabajar con imágenes en 3D, analizar cortes específicos y medir estructuras con gran precisión.
Además, las nuevas plataformas digitales permiten explorar el interior de los conductos radiculares como si se estuviera usando un endoscopio virtual, facilitando la identificación de variantes anatómicas y optimizando los tratamientos endodónticos. La IA también permite registrar y analizar cambios a lo largo del tiempo, haciendo un seguimiento inteligente del progreso del paciente.
El estudio Artificial intelligence-produced radiographic enhancements in dental clinical care, publicado en Frontiers, analizó las percepciones de profesionales y pacientes sobre el uso de anotaciones generadas por inteligencia artificial (IA) en imágenes radiográficas dentales.
Los resultados mostraron que estas herramientas mejoran la comprensión del paciente sobre su tratamiento, reducen la variabilidad diagnóstica entre clínicos y aumentan la eficiencia del trabajo, con un 80% de los proveedores reportando mejoras en su desempeño. Además, la IA alcanzó una precisión del 92% en la detección de caries y periodontitis, consolidando su valor como apoyo en la práctica clínica odontológica.
En el ámbito educativo, estas innovaciones también están marcando una diferencia. En Unifranz, por ejemplo, los estudiantes de Odontología tienen acceso a estas tecnologías desde su formación, lo que les permite desarrollar competencias digitales y diagnósticas desde una perspectiva práctica y actualizada. “Nuestros estudiantes trabajan con equipos de última generación, lo que les prepara para enfrentar los desafíos clínicos reales con mayor seguridad y precisión”, subraya la especialista.
La combinación de tecnología avanzada e inteligencia artificial está redefiniendo la radiología dental moderna. Gracias a estas herramientas, los profesionales pueden ofrecer diagnósticos más certeros, tratamientos más personalizados y resultados clínicos más exitosos. Esta revolución digital no solo impacta la eficiencia del trabajo odontológico, sino que también mejora la experiencia del paciente, haciéndola más comprensible, cómoda y confiable.
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