El uso excesivo de redes sociales pone en riesgo la seguridad, bienestar físico y mental

Esto afecta actividades esenciales como el descanso, el estudio o el rendimiento laboral.

20/11/2025 12:33

El uso excesivo de redes sociales pone en riesgo la seguridad, bienestar físico y mental

Escuchar esta nota

El uso cotidiano de las redes sociales es una práctica habitual en todas las edades. Estas plataformas facilitan la comunicación, el entretenimiento y el acceso a información global; sin embargo, su empleo excesivo puede acarrear efectos negativos que muchas veces pasan desapercibidos. Entre los principales riesgos se encuentran la dependencia, el impacto en la salud mental, la exposición prolongada a la luz azul de los dispositivos y, cada vez con mayor relevancia, los problemas de seguridad digital.

Carlos de la Barra, docente de Psicología en la Universidad Franz Tamayo (Unifranz) sostiene que cada ‘me gusta’ o mensaje que se recibe activa un circuito de recompensa en el cerebro, que nos impulsa a repetir la acción una y otra vez. Esta acción no trata exactamente de adicción, sino de un uso problemático, añade. “Cada vez que revisamos el celular durante una interacción importante, no solo interrumpimos la conversación, sino que entrenamos al cerebro a distraerse con mayor facilidad”, explica. 

Uno de los riesgos más frecuentes es la dependencia hacia las redes sociales. La necesidad de revisar notificaciones, responder mensajes o verificar actualizaciones puede transformarse en un hábito compulsivo. Los algoritmos diseñados para retener la atención generan que el usuario permanezca más tiempo conectado del que inicialmente planeaba. 

Esto afecta actividades esenciales como el descanso, el estudio o el rendimiento laboral. Además, muchas personas experimentan ansiedad al no estar conectadas, lo que refuerza un ciclo de uso difícil de controlar y que puede deteriorar la productividad y la vida cotidiana.

Matías Mercado, también docente de Psicología en Unifranz, sostiene que el uso excesivo del celular, más por redes sociales, no solo afecta la concentración y el rendimiento cotidiano, sino que también tiene un impacto profundo en el bienestar emocional y la salud mental.

“Estamos frente a un tipo de apego ansioso generado hacia el dispositivo móvil. Esto se manifiesta en dos formas principales. Por un lado, la dependencia emocional: necesitamos consultar el celular incluso para tomar decisiones cotidianas. Por otro, la hipervigilancia: esa necesidad constante de revisar si llegaron mensajes, novedades o simplemente mirar la pantalla a cada momento”, explica Mercado.

El contenido al que se accede en redes sociales tiene impacto directamente en el estado emocional y salud mental. La exposición permanente a imágenes idealizadas o estilos de vida poco realistas fomenta comparaciones dañinas que pueden disminuir la autoestima. También se vuelve común el FOMO, el miedo a perderse algo, que aumenta la ansiedad y genera presión por mantenerse constantemente activo. 

Además, la búsqueda de validación mediante “me gusta” o comentarios puede afectar la percepción del propio valor, mientras que el consumo de contenido negativo o conflictivo deteriora el bienestar emocional. Ante ello, resulta esencial desarrollar una relación consciente y crítica con lo que se consume.

Otro de los riesgos es la exposición prolongada a la luz azul de los dispositivos. El uso extendido de teléfonos móviles, tabletas y computadoras implica una exposición continua a la luz azul de las pantallas LED. 

Sirley Miranda, docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz,  sostiene que el impacto de la alta exposición a los dispositivos digitales puede alterar el buen funcionamiento del organismo.  En cuanto a los inconvenientes asociados a la visión, la académica sostiene que el problema más habitual de la vista. “La fatiga visual es el problema más común, causado por el esfuerzo constante de enfocar a corta distancia. Los síntomas incluyen ojos secos, irritación, visión borrosa, dolores de cabeza y dificultad para concentrarse”, sostiene Miranda.

Además, la luz puede interferir en la producción de melatonina, alterando el ritmo del sueño y provocando insomnio o descanso de baja calidad, especialmente cuando se utilizan dispositivos durante la noche. 

El entorno digital también presenta peligros relacionados con la seguridad. Uno de ellos es el grooming, una práctica mediante la cual adultos se hacen pasar por personas de confianza para manipular o engañar a menores, aprovechando la facilidad de interacción en redes sociales. 

Álvaro Coronel, docente de la carrera de Ingeniería de Sistemas de Unifranz, explica que los ciberataques tienen la capacidad de saturar las plataformas que más utilizan las personas.“Los dispositivos móviles son blancos frecuentes de malware (virus, troyanos, spyware) que pueden robar información, monitorear actividades o dañar archivos. El ransomware, en particular, puede secuestrar datos y exigir un rescate para liberarlos”, explica el académico.

Por otro lado, el phishing consiste en engaños que buscan obtener contraseñas, información bancaria u otros datos personales a través de mensajes que parecen legítimos. 

Las cuentas también pueden ser vulnerables a robos de identidad, estafas o accesos no autorizados, especialmente cuando se utilizan contraseñas débiles o se comparte información sensible. La educación digital, la verificación de fuentes y la configuración adecuada de privacidad son herramientas clave para reducir estos riesgos.

Las redes sociales ofrecen grandes oportunidades, pero su uso excesivo puede comprometer el bienestar emocional, físico y la seguridad personal. Establecer límites, proteger la información y equilibrar la interacción digital con actividades fuera de pantalla son pasos esenciales para disfrutar de sus beneficios sin poner en riesgo la salud ni la seguridad.

Mira la programación en Red Uno Play

Comentarios

12:25

Notivisión

14:00

Kuma

15:00

Último nivel

16:30

El chavo

17:00

Dueños de la tarde

18:55

Notivisión