Echa por tierra la teoría de que el nuevo coronavirus es un “arma biológica” creada por el hombre.
07/04/2020 10:39
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Según el último resultado de un estudio científico titulado “Una aproximación al origen del SARS-CoV-2” en la edición de marzo de la revista Nature Medicine, llegó a la “firme conclusión” de que el nuevo virus Coronavirus tiene un origen totalmente natural.
Tras el brote de la pandemia del Covid-19, ha alimentado una serie de teorías conspirativas que surgieron poco después de que se dieran a conocer los primeros casos en China, en enero de este año.
La mayoría de ellas se centra en dos hipótesis: la primera, que el nuevo coronavirus fue creado en un laboratorio chino y esparcido como arma biológica en contra de otras potencias. Y la segunda, que ese mismo virus sintético había logrado escapar, como consecuencia de la negligencia de los investigadores chinos, y que empezó así a propagarse por el mundo.
Quienes las defienden argumentan que existen virus sintéticos -necesarios para la investigación científica- y que ya en el pasado se han dado filtraciones de laboratorios considerados de alta seguridad.
Y que además, en Wuhan, la ciudad china donde se originó la pandemia, se encuentra un instituto de virología que contiene varios virus de alta mortalidad y está situado cerca del mercado señalado como foco inicial de la pandemia.
Pero un grupo de científicos acaba de desmentir dichas creencias. Los investigadores lograron establecer que el SARS-CoV-2 (el nombre del virus que causa el Covid-19) no es una invención humana, sino que es producto de la naturaleza.
“Pudimos determinar, a partir de decodificar el material genético del nuevo coronavirus, que no se trata de una creación de laboratorio, sino que es producto de la evolución natural”, le dijo a BBC Mundo el doctor Robert E. Garry, profesor de la Universidad de Tulane, EE.UU., y uno de los miembros del equipo de investigación.
Esta afirmación echa por tierra la teoría de que el nuevo coronavirus es un “arma biológica” creada por el hombre.
Y para llegar a esa conclusión tuvieron que analizar el material genético del nuevo coronavirus y compararlo con los virus que actualmente están en los laboratorios de virología.
Apuntes:
Si se tratara de una construcción de laboratorio, se tendría que haber utilizado un virus previamente conocido como plantilla. El virus más cercano al SARS-CoV-2 es un virus de murciélago que fue secuenciado después de que comenzó la pandemia.
Además, ese virus de murciélago es solo un 96% similar al SARS-CoV-2. No es posible completar esa distancia genética (4%) en un laboratorio.
“Comparamos todos los virus que podían servir como plantilla, incluidos estos que fueron hallados en el pangolín y los murciélagos, y los cálculos de la computadora señalan que no se hubiera podido crear en un laboratorio un virus que tuviera esta capacidad de infección”, subraya la investigación.
"Ahora conocemos también que los coronavirus de animales pueden recombinarse para hacer nuevos coronavirus que representan amenazas de pandemia, como lo estamos viendo”, agrega el documento. Y concluye: “Caracterizar los coronavirus en animales, especialmente en murciélagos, es una alta prioridad“.
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