Adrián Aldunate tiene 8 años y ya deslumbra con su talento en la batería

Adrián Aldunate tiene tan solo 8 años y ya encontró su pasión, es la batería, en la que ha demostrado tener mucho talento. Además, es un fanático del rock boliviano e internacional.

Empezó a tocar batería a los 5 años y desde entonces no soltó las baquetas. Paralelamente, cursa el cuarto de primaria.

"Yo escuchaba a mi hermano tocando la batería. Entonces, decidí intentarlo, ver si era difícil y así empecé. Ensayo con mi profesor Iván Guzmán, uno de los mejores bateristas de Bolivia", contó el pequeño en El Mañanero.

Así, al momento de tocar se inspira en sus artistas favoritos, entre los que nombra a Octavia, Guns 'N Roses, Diablo Swing Orchestra (banda sueca de metal gótico) y Artic Monkeys.

"Tiene mucho talento"

El reconocido baterista Iván Guzmán contó a Red Uno que Adrián practica hace un año en su espacio formativo, llamado Drumlab (laboratorio de tambor).

"Mi metodología es diferente a la de otros lugares. No nos regimos por un programa cerrado. En mi programa se ve las habilidades del estudiante y, a partir de estas, empezamos a potenciar los puntos fuertes que tiene como ejecutante para, posteriormente, teorizar todo lo que hace. De ese modo, sabe tocar más y mejor. No es una metodología convencional. Si veo que puede hacer cosas del nivel 5, pero le faltan cosas del nivel 2, no importa, se queda en el nivel 5 y de a poco vamos retrocediendo a los otros niveles y también vamos avanzando. Son ritmos, estilos, formas de encarar diferentes cosas", contó.

Así, Iván fue contactado por lo padres de Adrián, tras pasar por otros profesores.

"Adrián es un niño muy talentoso. Él ya llegó tocando y mi metodología se adapta muy bien a lo que necesita para seguir creciendo. Cuando llegó, él sabía que era bueno y exigía más a sus profesores. Entonces, le puse retos como a una persona grande, eso ayudó a que siga creciendo", agregó.

En este tiempo, ya realizaron dos presentaciones con público, junto a estudiantes de varias edades y donde Adrián supo destacarse de gran manera.

"Siempre con su estilo, con canciones bien rockeras. Tiene una cultura musical muy interesante y rica. No escucha lo que está de moda, lo que es común para su edad, escucha rock. Esa onda le gusta bastante. Con los bateros de mi escuela se lleva bien, cuando habla con ellos es como si tuviera más edad. Cuando compartimos aula es muy desprendido, se acomoda a las situaciones rápido", comentó.

Entonces, Guzmán se propuso utilizar las canciones que a Adrián le gustan, que ya había sacado de oído, para que sea más "prolijo y limpio".

"Por ejemplo, le pido que haga una canción a 0.5 de velocidad y, aunque se aburra, tiene la chance de escuchar elemento por elemento lo que hace. Le estoy enseñando rítmica, pulso, rudimentos, materias importantes en batería y música, en general; se puede dar cuenta de detalles. Su avance ha sido profundo. Mi objetivo es que suene más profesional", resaltó.

Otros estudiantes se sorprenden al escucharlo tocar y descubrir que es un niño de 8 años.

"Tiene un buen avance en ritmos con doble bombo, característico del género del rock y metal. Se ha pulido su rítmica, las subdivisiones de tiempo, que  traen ciertas desprolijidades. Es divertidísimo pasar clases con él, es un niño prodigio, tiene muchas ideas, su personalidad le ayuda bastante. Hay que cuidar que no se le suba a la cabeza, que no sea creído, que sepa enseñar, compartir y ser compañero. Eso también es trabajo de aula; sacar algo productivo a su talento", apuntó.

Resalta también que Adrián disfruta tocar, jugar y aprendió "lo que es la música".