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Violada y casi decapitada tuvo que sostenerse su propia cabeza para sobrevivir

Las cicatrices emocionales se quedaron con Alison mucho después de que sus heridas sanaron, ahora da testimonio de lo ocurrido alrededor del mundo.

09/07/2021 11:16

Sudáfrica

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Después de una noche divertida con sus amigos, Alison Botha había regresado a su apartamento. Pero cuando se detuvo y se estaba preparando para dar un corto paseo hasta su casa, un hombre con un cuchillo irrumpió en su vehículo.

El hombre exigió que la joven de 27 años se trasladara al asiento del pasajero mientras tomaba su lugar detrás del volante, atrapándola en el automóvil. Luego condujo, con ella a su lado, para recoger a un cómplice. Los hombres, posteriormente identificados como Frans du Toit y Theuns Kruger, llevaron a la aterrorizada mujer a una zona desierta fuera de la ciudad.

Aquí fue donde Alison fue brutalmente violada, casi destripada y le cortaron la garganta tan profundo que casi se le cae la cabeza. Pero por algún milagro se quedó respirando.

Relata que primero la asfixiaron, pero a pesar de perder el conocimiento durante unos instantes, no falleció. Eso enfureció aún más a los dos hombres, que decidieron llevar su brutalidad hasta otro nivel: comenzaron a apuñalarla en el abdomen hasta en treinta ocasiones. Cuando terminaron, comprobaron que la mujer todavía seguía con vida por lo que le cortaron el cuello dieciséis veces.

Los hombres se marcharon satisfechos creyendo que por fin la habían asesinado, "Nadie puede sobrevivir a eso",  recuerda haber escuchado.

Alison no se dio por vencida y con las últimas fuerzas que le quedaban escribió el nombre de sus atacantes en la arena, se puso de pie y se dirigió hacia la carretera para tratar de pedir ayuda. La víctima asegura que se tuvo que ir sosteniendo la cabeza porque sentía que se le caía hacia atrás, ya que casi había sido degollada por completo. Además, también tenía que sujetarse los intestinos para que no se le salieran por las múltiples puñaladas.

Como un milagro, logró llegar a la carretera, donde fue asistida.

Se hizo justicia

Ella identificó a los dos hombres por las fotos de la policía mientras estaban en el hospital y la policía arrestó rápidamente a los "violadores Destripadores", como se los conocía en la prensa en ese momento.

Tanto du Toit como Kruger se declararon culpables de ocho cargos, incluidos secuestro, violación e intento de asesinato. Fueron condenados a cadena perpetua en agosto de 1995.

Las cicatrices emocionales se quedaron con Alison mucho después de que sus heridas sanaron y ella sabía que tenía que enfrentar lo que le había sucedido correctamente.

Ahora ha hablado en más de 35 países y es una de las primeras mujeres de Sudáfrica en hablar públicamente sobre la violación.

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