Diversas investigaciones en psicología, medicina y neurociencias coinciden en que convivir con un animal puede convertirse en un factor protector frente al estrés, la ansiedad y distintos trastornos del estado de ánimo.
08/12/2025 11:46
Escuchar esta nota
La relación entre las personas y sus mascotas es cada vez más importante, porque ayuda a mejorar tanto la salud física como la emocional y se convierte en un apoyo clave para el bienestar integral. Más allá de la compañía cotidiana, las mascotas generan impactos profundos influyendo positivamente en las emociones, la conducta y el estilo de vida de las personas.
Tatiana Montoya, docente de Psicología en Unifranz, explica que la clave está en la naturaleza del vínculo afectivo que se establece con los animales de compañía, especialmente con los perros de apoyo emocional. Esta conexión genera bienestar biológico y psicológico gracias a la respuesta neuroquímica que se activa durante la interacción.
“El servicio que dan al ser humano tiene que ver justamente en el vínculo que se tiene y lo que genera esta acción con el perrito de apoyo emocional”, sostiene Montoya.
Diversas investigaciones en psicología, medicina y neurociencias coinciden en que convivir con un animal puede convertirse en un factor protector frente al estrés, la ansiedad y distintos trastornos del estado de ánimo.
Una encuesta de la American Psychiatric Association (APA) revela que el 86% de los dueños de mascotas percibe un impacto positivo en su salud mental, especialmente porque perros y gatos ayudan a disminuir la sensación de soledad. Durante la pandemia de COVID-19, muchos propietarios encontraron en sus mascotas un apoyo emocional clave, que fortaleció su resiliencia y aumentó las emociones positivas.
Por ejemplo, en la terapia infantil, la presencia de un animal facilita que los niños expresen sus sentimientos, mejora sus habilidades sociales y reduce la hiperactividad.
Montoya resalta que incluso un gesto tan simple como la mirada de un perro hacia su acompañante humano puede desencadenar procesos hormonales positivos. La oxitocina, conocida como la “hormona del apego”, aumenta significativamente, lo que se traduce en sensaciones de felicidad, calma y seguridad emocional. A su vez, la liberación de endorfinas favorece el equilibrio del estado de ánimo y disminuye el cortisol, hormona vinculada al estrés.
“En principio entender que la vinculación y solo la mirada de un perrito hacia el ser humano puede generar niveles de oxitocina ideales para que la persona tenga estados de felicidad, también endorfinas para que tenga paz, o para que bajen niveles de cortisol”, explica la académica.
Un metaanálisis de 49 estudios (USA) revela que las personas con mascotas —especialmente quienes tienen perros— realizan más actividad física que quienes no tienen animales de compañía. El efecto es moderado, pero significativo, porque los dueños de perros suelen caminar más y con mayor frecuencia, llegando a registrar hasta 322 minutos semanales de caminatas recreativas frente a los 84 minutos de quienes no son dueños.
Otros estudios muestran que los dueños de mascotas dan hasta 2.760 pasos adicionales al día y tienen hasta cuatro veces más probabilidades de cumplir con las recomendaciones de actividad física.
Desde la psicología, la especialista destaca que los beneficios de contar con una mascota son especialmente útiles en el manejo de trastornos como: ansiedad, depresión, fobias, trastornos del ánimo y estrés postraumático. En procesos de duelo, la presencia de una mascota puede convertirse en un sostén emocional que acompaña silenciosamente y favorece la recuperación. Este efecto no solo se debe al afecto, sino también a la rutina y responsabilidad que implica el cuidado diario del animal.
“Específicamente en la situación de los trastornos son en los que mejor se desenvuelve un perro, una mascota. Tiene que ver con ayuda con ansiedad, depresión, trastornos del estado de ánimo, fobias, un trastorno de estrés postraumático, en duelos”, sostiene Montoya.
Montoya añade que los beneficios también son evidentes en niños dentro del espectro autista, ya que la presencia de un animal puede mejorar la comunicación, disminuir comportamientos estereotipados y facilitar la interacción social. Asimismo, en personas con enfermedades crónicas, las mascotas contribuyen a un mejor manejo emocional y a una percepción más positiva de la vida cotidiana.
“Cuando ha muerto alguna persona del dueño de la mascota, el perrito ayuda mucho en estas situaciones a través justamente de la vinculación, también nos ayuda en, por ejemplo, el espectro autista, ayuda a mejorar la comunicación”, destaca la académica.
De la misma manera, Montoya recuerda que la relación es bidireccional: así como los animales nos ofrecen apoyo y compañía, las personas deben brindarles cuidado, respeto y una convivencia adecuada. Cuando esta reciprocidad se fortalece, el bienestar emocional de ambos se ve potenciado, consolidando una relación que favorece la salud integral.
Mira la programación en Red Uno Play
09:30
12:00
12:25
14:00
15:00
16:30
09:30
12:00
12:25
14:00
15:00
16:30