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Red Uno Bolivia.- El llanto de un niño es lo que se escucha en una habitación en el matadero municipal, donde un pequeño es introducido a la panza de una vaca por sus padres y un funcionario del frigorífico, esto con el fin de sanarlo de alguna enfermedad que lo aflige y evita que se desarrolle físicamente el niño.
“Yo traje a mi hijo porque me han dicho que así podrá caminar”, expresó a Red Uno de Bolivia una madre, quien sostenía a su pequeño hijo mientras el funcionario del matadero lo cubría hasta el cuello del menor con la panza de vaca.
El menor deberá estar por lo menos entre 7 a 10 minutos dentro de la panza de la vaca. Esta ‘curación’ ayudará a sanarlo de alguna enfermedad, es la creencia de los que asisten a las sesiones.
“Con éste método se sana del ‘mocheó’ y otros males. Hacemos las curaciones martes y viernes con un costo de Bs.50”, nos dijo el funcionario municipal del matadero.
Cierto o no, las madres desfilan en las afueras de dicha oficina donde con fe y esperanza llevan a sus hijos para introducirlos a la panza de la vaca y así sanarlos de sus males.
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