Estudiantes de Unifranz crean un innovador sistema para prevenir accidentes de tránsito por consumo de alcohol

Los accidentes de tránsito son pan de cada día. Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de Bolivia muestran que en 2023 se reportaron más de 13.000 accidentes de tránsito, con un significativo porcentaje atribuible a conducción bajo los efectos del alcohol. Ante el trágico panorama, universitarios presentan el sistema Safe Driver para detener los motores de los autos, cuando detecten alcohol en el conductor.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que cada día fallecen unas 3.000 personas en accidentes de tránsito en el mundo; los decesos al año suman 1,19 millones de personas. Las cifras resaltan la necesidad de implementar medidas urgentes y efectivas para reducir la incidencia de este tipo de accidentes.

Ante la problemática, los estudiantes de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, desarrollaron un sistema que cuenta con una aplicación móvil, sensores de detección, alcoholímetros dentro de los vehículos y un sistema electrónico que paraliza los vehículos.

“El proyecto nació de un experimento simple, de cómo detener la energía eléctrica, en base a una señal pequeña. Luego lo adaptamos para detener un motor. Cuando estábamos trabajando en el proyecto había una polémica con la Ley 259, por la presunta manipulación de los alcoholímetros por los efectivos de tránsito”, explica el ingeniero José Aranibar, docente de Unifranz e impulsor del proyecto.

El proyecto fue parte de las Jornadas Unifranz de Investigación 2024, en las que se presentaron más de 200 propuestas académicas de las cuatro sedes (La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz) para dar solución a problemas de la sociedad. 

Aranibar encabezó el proyecto junto a los universitarios Fabiana Choque, Mariana Menacho, Manuel Paye, Cristopher Flores, Kevin Calle y Beymar Villca. 

“Hemos sido testigos directos de los devastadores efectos de la conducción bajo la influencia del alcohol. Diariamente escuchamos en los medios de comunicación o a nuestros familiares y amigos informar o hablar sobre numerosos accidentes causados por esta conducta irresponsable, lo que nos ha llevado al deseo de contribuir a la mejora de la seguridad vial”, señala Menacho, una de las estudiantes creadoras de este sistema.

El sistema tiene un alcoholímetro dentro del automóvil, además de sensores, que identifican el estado inconveniente del conductor, alertan a la aplicación móvil, que deberá estar en manos del personal de tránsito policial. Éste puede de forma remota enviar la señal, para que el motor se detenga y el auto no avance más.  

“Estamos en el proceso de buscar inversionistas para que pueda desarrollarse masivamente este producto”, suma el ingeniero Aranibar. 

El producto se creó utilizando herramientas como Android Studio, Firebase, Adobe, y las API de Google Cloud y Google Maps. El sistema es robusto, seguro y escalable.

Por su parte, el director regional de Tránsito de la Policía en la ciudad de El Alto, coronel Miguel Zambrana, asegura que una aplicación tecnológica que permita a la Policía transparentar su labor, mejorar el control y evitar la conducción peligrosa puede ser  “extraordinaria”.

"Sería una maravilla y algo que apoyaría, inclusive, el tema de la seguridad vial, evitando que las personas en estado de ebriedad puedan conducir un vehículo”, puntualiza el jefe policial. 

La aplicación tecnológica plantea beneficios en tres ámbitos:

Desde una perspectiva económica, el proyecto promete reducir los costos asociados a reparaciones de vehículos, servicios de emergencia y gastos médicos. La capacidad de localizar y bloquear vehículos de manera remota podría optimizar la labor de los efectivos del Organismo Operativo de Tránsito, permitiendo una respuesta más eficiente y reduciendo los costos operativos.

La centralización de datos en una plataforma como Firebase también optimiza la gestión y almacenamiento de información, reduciendo los costos logísticos y operativos. 

El impacto social del proyecto también es considerable. Al mejorar la seguridad pública, prevenir conductas de riesgo y fomentar la responsabilidad individual, el sistema contribuye a una cultura de conducción responsable y garantiza la salud y la vida de conductores, pasajeros y peatones. 

Por otra parte, Menacho afirma que también disminuye el impacto ambiental asociado a estos eventos, y la implementación de tecnologías avanzadas garantiza una aplicación más equitativa de la ley, contribuyendo a la percepción de justicia y transparencia en el control policial.