Una revisión de investigaciones realizada por un equipo de investigadores, analizó los efectos de diversas actividades mentales en personas mayores de entre 60 y 80 años.
03/10/2025 13:17
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El cerebro es el órgano más complejo y valioso del cuerpo humano. A lo largo de la vida, este centro de control gobierna pensamientos, emociones, recuerdos y movimientos. Sin embargo, el paso del tiempo también deja huellas en su funcionamiento: lentitud en el procesamiento de la información, olvidos frecuentes o dificultades para concentrarse. Aunque el envejecimiento cerebral es un proceso natural, existen hábitos y cuidados que pueden retrasarlo y mantener la mente activa por más tiempo.
Marco Balboa, director de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, sostiene que los trastornos: “pueden afectar la conectividad cerebral, generar déficits cognitivos y emocionales, alterar la estructura de la materia gris y acelerar el envejecimiento cerebral debido al estrés oxidativo y la neuro inflamación”, explica el académico.
Una revisión de investigaciones realizada por un equipo de investigadores, analizó los efectos de diversas actividades mentales en personas mayores de entre 60 y 80 años. Las actividades consistían en hacer ejercicios mentales, como juegos de memoria, aprender cosas nuevas o resolver rompecabezas. El estudio reunió datos de más de 30 investigaciones previas, con la participación de más de 3,000 adultos mayores.
Los resultados fueron positivos, porque quienes realizaron este tipo de actividades mostraron mejoras del 15 al 20 % en funciones como la memoria de trabajo y la velocidad para procesar información, en un periodo de seis meses. Además, actividades como tocar un instrumento musical, aprender un idioma o jugar ajedrez no solo fortalecen la mente, sino que también ayudan a construir una "reserva cognitiva", lo que podría retrasar el deterioro mental asociado al envejecimiento.
Uno de los principales factores que protege al cerebro es la estimulación constante. Tal como los músculos requieren ejercicio para mantenerse fuertes, las neuronas necesitan desafíos para conservar sus conexiones. Resolver crucigramas, aprender un nuevo idioma, practicar un instrumento o incluso cambiar pequeñas rutinas diarias estimulan la plasticidad cerebral y ayudan a generar nuevas redes neuronales.
“El cerebro es altamente plástico en la infancia y la adolescencia. Los hábitos adquiridos en esta etapa influyen en su desarrollo a largo plazo”, señala Balboa.
Claves para mantener el cerebro joven
Además, mantener una vida social activa fortalece la mente. Conversar, compartir experiencias y establecer vínculos emocionales estimula áreas cerebrales relacionadas con el lenguaje, la empatía y la memoria. La soledad prolongada, en cambio, se ha asociado con un deterioro cognitivo más acelerado.
Especialistas recuerdan que la prevención médica es indispensable. Revisiones periódicas permiten detectar factores de riesgo como hipertensión, diabetes o colesterol elevado, que, si no se controlan, afectan el flujo sanguíneo cerebral.
No hay edad para empezar a cuidar el cerebro. La clave está en la constancia y en entender que el cerebro, como cualquier otro órgano, necesita atención y estímulo. La buena noticia es que nunca es tarde para comenzar. Incorporar pequeños cambios en la rutina diaria puede marcar una gran diferencia. Porque mantener la mente joven no solo mejora la calidad de vida, también prolonga la autonomía, la creatividad y el bienestar emocional.
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