Según las investigaciones, su hijo mayor, Felipe, de 35 años, llegó acompañado de su hermana menor y comenzó a golpearlo con puños y patadas hasta dejarlo ensangrentado en el suelo.
09/08/2025 8:53
Escuchar esta nota
La tarde en que Felipe Hernández, de 64 años, fue brutalmente agredido por su propio hijo, una vecina estuvo a su lado en sus últimos instantes. María José, residente de la calle Molina de Segura, decidió hablar por primera vez sobre lo que presenció, y sus palabras estremecen:
“Mis hijos me han pegado”, fue lo último que el hombre alcanzó a decir antes de morir.
El ataque ocurrió en la tienda de ropa que Felipe regentaba desde hacía décadas, un negocio heredado de su padre y que pensaba cerrar para disfrutar de su jubilación. Según las investigaciones, su hijo mayor, Felipe, de 35 años, llegó acompañado de su hermana menor y comenzó a golpearlo con puños y patadas hasta dejarlo ensangrentado en el suelo. Las cámaras de seguridad captaron la escena, mientras Rosario, madre y enfermera, observaba a pocos metros.
La agresión no fue un hecho aislado. De acuerdo con el testimonio de José Hernández, hermano de la víctima, el parricidio fue el trágico desenlace de años de maltrato.
El abogado de la familia, Eduardo Simó, aseguró que incluso días antes del crimen, Felipe había sido despojado de su teléfono y de las llaves de su casa. Los investigadores creen que la tensión familiar se originó por disputas económicas, avivadas por el resentimiento sembrado por su exesposa.
En la entrada de la tienda, velas y ramos de rosas recuerdan al hombre que, según vecinos y amigos, era trabajador, cordial y generoso. Mientras tanto, la familia exige que la justicia española imponga la pena máxima a los responsables.
Mira la programación en Red Uno Play
08:00
09:30
11:00
12:30
14:00
16:00
08:00
09:30
11:00
12:30
14:00
16:00