Abejas que evolucionaron tanto que tienen dientes y hacen miel con pedazos de carne

Mientras que la mayoría de las abejas se alimentan de polen y néctar, los científicos dicen que algunas abejas han desarrollado un gusto por la carne podrida. Los investigadores han descubierto que una abeja tropical sin aguijón ha evolucionado para tener un diente adicional para morder y un intestino que se asemeja más al de los buitres para masticar carne, según un estudio publicado la semana pasada en la revista de la Sociedad Estadounidense de Microbiólogos. 

¿La razón? Probablemente debido a la intensa competencia por el néctar, dijo la coautora del estudio, Laura Figueroa. "Cuando se les pregunta dónde encontrar abejas, las personas a menudo se imaginan campos de flores silvestres. Si bien es cierto para casi todas las especies, hay un grupo de abejas especializadas, también conocidas como abejas buitre, que en cambio se pueden encontrar cortando trozos de carne de los cadáveres en zonas tropicales", escribieron los autores en el estudio titulado "¿Por qué la abeja se comió el pollo?" Solo tres especies de abejas han evolucionado para comer exclusivamente carne, aunque otras especies que buscan polen y néctar también pueden consumir cadáveres de animales cuando están disponibles, según el estudio.

 La microflora de la abeja buitre es muy similar a la flora gastrointestinal de las hienas y otros carroñeros, señala Quinn McFrederick, entomólogo.

“Estas son las únicas abejas en el mundo que han evolucionado para usar fuentes de alimentos no vegetales, y este es un cambio bastante significativo en su dieta”, dijo un entomólogo de la Universidad de California en Riverside, Doug Yanega.

Los científicos dicen que la miel de las abejas carnívoras es comestible y dulce. Los insectos almacenan su carne en una habitación cerrada en una colmena cerrada durante dos semanas antes de acceder a ellos. “Estas cámaras están separadas del área donde se almacena la miel”, explicó. Jessica McCarro RT, coautora del estudio.

Los científicos han llegado a la conclusión de que un mayor estudio de las abejas buitres puede proporcionar información valiosa sobre el papel de la microbiota. Cambios “extremos” de la dieta.