PUBLICIDAD

La increíble historia del Schindler boliviano

Escuchar esta nota

Del holocausto hemos escuchado mucho: fechas, nombres, ciudades, pero este es un nombre del que seguramente muy pocos han escuchado: Mauricio Hochschild. Documentos olvidados durante décadas en una minera estatal boliviana han sacado a la luz que ayudó a huir a miles de judíos del nazismo. Ahora algunos lo consideran “el Schindler de Bolivia.

 

La Corporación Minera de Bolivia, almacenó cientos de documentos: contables, informes económicos, estidios mineros, junto a otros papeles en los que el estado nacionalizó sus actividades en 1952, argumentando que sus prácticas de extracción de estaño empobrecían a Bolivia.

 

Junto a esos documentos también apareció la desconocida historia de Hochschild con los perseguidos por el régimen Nazi. Uno de ellos es el de Erico Nagel, nacido en Leipzig en 1904 y que llegó a Bolivia a los 32 años junto a su madre de 74, gracias a un contrato de trabajo hecho por la minera de Hochschild.

Además consta una carta enviada por niños judíos del Kindergarten Miraflores en La paz al empresario, pidiendo ayuda para construir nuevos ambientes “en vista de la cantidad de niños que están aquí y que quieren venir”. Y otra donde el gobierno francés lo instaba a llevar a Bolivia a casi mil huérfanos judíos.

Este mes el museo de la minera boliviana recibirá la declaración “memoria del mundo” y digitalizará toda la documentación y la pondrá en línea para el acceso de todos.

 

“En 1938 Hochschild calculaba haber traído entre 2.000 y 3.000 judíos, pero siete meses después, por 1939, él calculó que había traído como 9.000”, dijo a AFP el periodista e historiador Robert Brockmann, quien trabaja en un libro sobre la historia del ex presidente militar German Busch (1937-1939) y su relación con Hochschild.

 

Para Edgar Ramírez, la red antifascista localizó a Hochschild y lo convirtió en un aliado, al conocer las intenciones del minero de traer mano de obra a Bolivia con el fin de mejorar la productividad agrícola del país.

 

El magnate les pagaba el transporte, los trámites migratorios y la estadía a los recién llegados, que primero recalaban en una granja agrícola en la región cocalera de Yungas. Unos se insertaron luego en la sociedad boliviana y otros usaron el país como puente para seguir hacia Estados Unidos, Argentina, Brasil o Israel.

Ramírez cree que a Hochschild bien se le puede considerar el “Schindler de Bolivia”, en referencia a Oskar Schindler, el empresario alemán que salvó a más de mil judíos e inspiró la película de Steven Spielberg en 1993.

Mira la programación en Red Uno Play

PUBLICIDAD
Comentarios
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

01:00

Notivisión

03:00

Hasta que la plata nos separe

04:00

Amor de familia

04:55

Problemas y soluciones

05:55

Identificación de red

06:00

El mañanero

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD