Las comidas copiosas, la ingesta de alcohol y el sedentarismo nos hacen ganar en una media de 4 kilos durante las fiestas de fin de año.
27/12/2018 12:40
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Las fiestas de fin de año son una época para compartir con la familia y amigos, pero también es una época de excesos, comidas opulentas, consumo con alcohol durante días continuados. Todo este exceso tiene consecuencias en nuestro cuerpo.
Durante las celebraciones consumimos una mayor cantidad de calorías, debido a que los platos que se elaboran en estos días contienen más grasas y ácido úrico que los que consumimos habitualmente. A ello se suma la ingesta de alcohol y también que en estos días nos movemos menos.
El engordar una media de cuatro kilos es la principal consecuencia del exceso ante el que nos rendimos en fin de año. Hay que tener en cuenta que no sólo es el peso que se coge, sino el hecho de que se hace en muy poco tiempo, en apenas dos semanas nos ponemos varios kilos encima.
La ingesta de comidas con alto valor calórico puede acabar por generar ansiedad, el exceso de azúcar provoca nerviosismo y dificultades para conciliar el sueño.
“El exceso pasa factura y se registran más episodios de problemas cardiovasculares, algunos con fatídicas consecuencias. Lo mismo puede ocurrir si bebemos alcohol y realizamos actividades poco seguras o peligrosas y que puedan poner en riesgo nuestra integridad, como conducir o practicar actividades que requieran de gran concentración” señaló la nutricionista Cinthia Ledezma.
Se puede beber vino en la cena y brindar con cava o sidra, pero en su justa medida. De este modo evitaremos la resaca y las molestias varias que tendremos cuando acaben los festejos. Además, y dado que es una época para disfrutar en familia, ¿por qué no hacerlo dando un paseo? De este modo contrarrestaremos el sedentarismo propio de estos días.
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