Se jubilaron y ahora cuidan a las abejas como si fueran sus “hijos”

Víctor Becerril y su esposa María Adames se convirtieron en apicultores hace dos años, luego de tomar clases en la Escuela de Apicultura del Este. La pareja buscaba una actividad significativa tras su jubilación.

Actualmente, el matrimonio cuenta con 12 colmenas, a las que dedican tiempo todos los días para su cuidado. A cambio, obtienen miel que regalan a familiares y amigos.

“Es algo pequeño, porque estamos empezando”, indicó Víctor, de 75 años.

El hombre explicó que su motivación fue el deseo de proteger a estos insectos fundamentales para la vida.

“A mí siempre me ha gustado lo que es salvar las abejas… Hay gente que no tiene sentido y ve abejas en la casa y enseguida dice: ‘échele veneno o fuego’. Pero si no tenemos abejas, no tenemos frutos, porque ellas son las que polinizan todo: frutas, flores… todo lo hacen ellas”.