El increíble gol de un jugador brasileño: pateó el córner, él mismo lo cabeceó y metió un golazo

En el fútbol, hay jugadas que desafían la lógica, pero pocas como la protagonizada por Russo el 28 de agosto de 1949. Aquel día, en un partido entre el Peracicaba y el Santos en Brasil, se vivió una de las escenas más inverosímiles del deporte rey: Russo ejecutó un tiro de esquina y fue él mismo quien llegó al área para cabecear el balón y anotar el gol.

“Yo hice un gol inédito”, declaró años después. “Ejecuté el tiro de esquina, la pelota tomó un efecto muy extraño por el viento, se elevó mucho y me dio tiempo de ir al área y cabecearla”. Así resumió Russo una jugada que parece sacada de una historia de ficción.

El viento fue clave. Según testigos y relatos de la época, el balón tomó una trayectoria tan lenta y peculiar que permitió a Russo, luego de cobrar el córner, ingresar al área rival y conectar el esférico de cabeza. El árbitro, aparentemente sorprendido o distraído, no se percató de la doble intervención del mismo jugador, lo que reglamentariamente anularía el gol.

Sin VAR ni repeticiones en 1949, el tanto fue convalidado y quedó registrado como uno de los más extraños de la historia del fútbol. A más de siete décadas del hecho, el gol de Russo sigue generando asombro y risas entre aficionados y expertos, recordando que el fútbol también vive de momentos imposibles.