“Porque la amaba demasiado”: Un hombre le quitó la vida a la madre de sus hijas

Un ataque marcado por los celos y la desconfianza terminó en tragedia en el vecindario de Wakefield, en el Bronx, donde Khaleel Cooper, de 39 años, fue arrestado tras presuntamente asesinar a su pareja, Tamara Rowe, de 40, a puñaladas. El hecho ocurrió el sábado 28 de junio de 2025, dentro del apartamento que compartían en un edificio de seis pisos, según informaron las autoridades.

Cooper, quien se entregó voluntariamente a la policía el lunes, aseguró en declaraciones preliminares sentirse “traicionado” y “consumido” por los celos tras sospechar que Rowe lo engañaba. “Lo hice porque la amaba demasiado, no podía soportar la idea de perderla”, habría manifestado, de acuerdo con una fuente cercana citada por el New York Post.

El acusado confesó que llegó a colocar una grabadora bajo la cama para espiar conversaciones de Rowe, convencido de que sostenía una relación con otro hombre. “Me dijo que captó a Tamara hablando de manera provocativa con otro tipo, pero ella siempre lo negó”, relató una familiar de la víctima. “Él sentía que había detenido su vida por ella, que eventualmente se casarían”, agregó.

La tragedia ocurrió frente a un familiar menor de edad que estaba en el apartamento durante el ataque, no se precisó si era una de las dos hijas de la pareja. Cooper atacó a Rowe con un cuchillo, causándole heridas fatales en el pecho y el brazo derecho. El hermano de Rowe descubrió el cuerpo sin vida al visitar el lugar, y de inmediato alertó al 911. La mujer fue trasladada al Montefiore Medical Center, donde los médicos solo pudieron certificar su fallecimiento.

Vecinos del edificio, sorprendidos, describieron a la pareja como “tranquila y trabajadora” y dijeron que nunca imaginaron un desenlace violento. Sin embargo, allegados revelaron que Cooper vivía atormentado por celos crecientes desde que Rowe comenzó a reducir la comunicación con él y a regresar tarde del trabajo nocturno en un restaurante de Queens.

Ambos de origen jamaicano, habían construido su vida en Estados Unidos tras conocerse en su país natal, donde nació su hija mayor, de unos 9 o 10 años. En Nueva York tuvieron a su segunda hija, de 2 años y medio. Ahora, las niñas han quedado huérfanas de madre y con su padre bajo custodia. Están a cargo temporalmente de la Administración de Servicios para Niños de Nueva York mientras se gestionan arreglos con familiares.

Cooper, sin antecedentes penales, fue acusado formalmente de asesinato, homicidio involuntario, poner en peligro el bienestar de un menor y posesión criminal de un arma. Su audiencia ante el Tribunal Penal del Bronx estaba prevista para el martes 1 de julio.

“Nunca pensamos que llegaría a apuñalarla y matarla”, comentó una familiar de la pareja, quien expresó su dolor por la muerte de Rowe, pero también empatizó parcialmente con el agresor. “Nadie merece morir, pero tampoco lo que ella le hizo”, lamentó.