Abusó de 99 cadáveres y mató a dos mujeres para violar sus cuerpos

David Fuller (67) abusó sexualmente de 99 cadáveres en la morgue del hospital donde trabajaba, incluidos niñas de tan solo nueve años, el viernes admitió haber asesinado también a dos mujeres y haberlas violado mientras agonizaban.

 Fuller confesó que mató a golpes a Wendy Knell y Caroline Pierce en sus respectivos domicilios, Reino Unido, en 1987. Más de 20 años después de las atrocidades, profanó a decenas de mujeres y niñas muertas en las morgues a las que tuvo acceso a través de su trabajo como supervisor técnico en un hospital.

La víctima más joven de sus perversiones tenía solo nueve años, mientras que la mayor tenía 100.

Fuller, de la próspera ciudad comercial de Heathfield en East Sussex, inicialmente se declaró culpable de homicidio por motivos de responsabilidad disminuida.

Sin embargo, a mitad de su juicio, de repente admitió haber asesinado a las mujeres. Como resultado de sus declaraciones de culpabilidad, también se puede informar hoy que el imputado ya ha admitido otros 51 delitos, incluidos 44 cargos relacionados con víctimas muertas.

Los cargos incluyen la penetración sexual de un cadáver, poseer una imagen pornográfica extrema que involucra interferencia sexual con un cadáver y tomar imágenes indecentes de niños.

En un inicio solo estuvo vinculado a los asesinatos de Wendy y Caroline tres décadas después de sus muertes, luego de una serie de revisiones de casos sin resolver, apelaciones y, finalmente, un gran avance en la evidencia de ADN. Y sus delitos contra mujeres y niñas fallecidas salieron a la luz cuando policías indignados encontraron cuatro discos duros repletos de millones de imágenes indecentes y videos de "depravación inimaginable".

Entre ellos estaban sus propios actos de necrofilia, realizados en dos depósitos de cadáveres mientras trabajaba para Maidstone y Tunbridge Wells NHS Trust.

Fuller tenía acceso a todas las áreas del Hospital Kent y Sussex en Tunbridge Wells, que cerró en septiembre de 2011, y al Hospital Tunbridge Wells de reemplazo en la cercana Pembury.

Después del horrible abuso, usó Facebook para rastrear a las personas que había profanado y aprender sobre sus vidas durante una serie de crímenes escalofriantes que se prolongó desde 2008 hasta noviembre de 2020.

Seguía trabajando para el hospital cuando fue arrestado. Los fiscales dicen que el caso "no tiene precedentes en la historia legal" y es "una pesadilla".