Pobladores de San Lorenzo Nuevo volvieron a casa tras lluvias que sofocaron incendios

Tras días de angustia y preocupación, los habitantes de San Lorenzo Nuevo, una comunidad fuertemente afectada por los incendios forestales en la Chiquitania, comenzaron a regresar a sus hogares gracias a las copiosas lluvias que azotaron la región.

Las intensas precipitaciones, que se iniciaron en la madrugada del jueves, lograron sofocar numerosos focos de calor y disipar la densa capa de humo que había envuelto la zona. Esta situación permitió que 30 de los 50 pobladores que habían sido evacuados pudieran retornar a sus hogares, según informó el alcalde de Roboré, Eduardo Díaz.

"Gracias a Dios, la lluvia nos ayudó a disipar el humo", expresó el alcalde, quien destacó la importancia de estas precipitaciones para controlar la emergencia. Sin embargo, Díaz advirtió que se mantendrá un seguimiento constante de la situación, ya que las altas temperaturas previstas para el fin de semana podrían reactivar los incendios.

La comunidad de San Lorenzo Nuevo vivió momentos de terror cuando las llamas consumieron más de cuatro viviendas el miércoles pasado. El miedo y la frustración se apoderaron de los habitantes, quienes vieron cómo sus hogares y pertenencias eran devorados por el fuego.

"Estamos contentos por estar de vuelta acá. Ya estamos más tranquilos", expresó un comunario, reflejando el alivio de toda la comunidad.

Si bien las lluvias han traído un respiro, las autoridades y los habitantes de la Chiquitania son conscientes de que la lucha contra los incendios forestales aún no ha terminado. Las precipitaciones y los cielos nublados se mantendrán hasta el viernes, pero a partir del sábado se espera un aumento significativo de las temperaturas, lo que podría generar condiciones propicias para la reactivación de los incendios.