El entrenador campeón de la Copa Bolivia relató su historia de superación personal, marcada por la fe, la rehabilitación y un proceso de vida que hoy lo tiene en la cima del fútbol boliviano.
23/12/2025 11:57
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La consagración de Nacional Potosí en la Copa Bolivia tuvo detrás algo más que una remontada futbolística. Su director técnico, Leonardo Eguez, fue el arquitecto de una hazaña deportiva que también refleja una profunda historia de transformación personal, marcada por la fe y la superación de los malos hábitos.
Tras el histórico triunfo por 4-1 ante Bolívar en el partido de vuelta, luego de haber caído 0-2 en la ida disputada en Potosí, Eguez destacó que el título no solo se construyó desde lo táctico, sino desde la convicción espiritual y el respaldo de una comunidad que acompañó el proceso con oración y fe.
El entrenador explicó que su presente es consecuencia de un largo camino de rehabilitación, dejando atrás una etapa oscura de su vida, y atribuyó su recuperación y su éxito deportivo a Dios, afirmando que hoy ocupa un lugar de privilegio gracias a esa transformación personal.
“Totalmente soy pastor ungido en la iglesia Casa de Oración, tengo una casa de 20 mil miembros que estaba orando para que salgamos campeones, en Santa Cruz de la Sierra. Muchos están conociendo la gloria pero no conocen la historia. Dios me sacó de lo vil y despreciado, durante muchos años fui drogadicto y alcohólico. Hace 9 años estoy rehabilitado por la gloria de Dios y Dios sabe de dónde me sacó para ponerme en lugares de privilegio, porque la gloria es de Dios”, declaró Leonardo Eguez, entrenador de Nacional Potosí.
La Copa Bolivia quedó en manos del Rancho Guitarra, pero también selló una historia de redención personal que hoy acompaña uno de los logros más importantes del fútbol potosino.
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