Apoyo de familia y amigos, un elemento vital en el tratamiento de personas con depresión

El apoyo de la familia y los amigos es un elemento fundamental para el tratamiento de las personas con depresión, señala Daniel Gonzales, docente de psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz. No obstante, remarca que es un trastorno mental y como tal debe ser diagnosticado y tratado por un profesional del área. 

“Paralelamente (al tratamiento del especialista) también se tiene que trabajar con un proceso psicoterapéutico. Es altamente importante el apoyo que estas personas puedan tener del entorno, de sus familias y de sus amigos, que van a ser como puntos de referencia y puntos de apoyo para la persona”, explica el especialista.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que la depresión es un trastorno mental común. Implica un estado de ánimo deprimido o la pérdida del placer o el interés por actividades durante largos períodos de tiempo. La depresión es distinta de los cambios habituales del estado de ánimo y los sentimientos sobre el día a día. 

“Es un trastorno del estado de ánimo, de acuerdo al DSM-5. Es un problema de salud mental que va a afectar a todas las personas, sin distinguir género, estrato, estatus y va a causar muchos problemas emocionales, afectivos, de relacionamiento en las personas que padecen de este mal”, añade Gonzáles.

En el mundo, según la OMS, se estima que en general el 3,8% de la población experimenta depresión, la cifra se eleva sólo en adultos a un 5%. Es decir, que cinco de cada 100 adultos padecen este trastorno mental. A escala mundial, son aproximadamente 280 millones de personas. 

“Hay varios síntomas que se van a ver en la depresión y hay que saber diferenciar entre tristeza y depresión. A veces cuando uno está triste sabe la causa por la que está triste. En la depresión, en cambio, va a ser un problema que va a permanecer por mucho más tiempo, con una causa no muy clara”, comenta. 

Además, de la tristeza persistente por más de seis meses, pueden ser advertencia la falta de apetito, falta de sueño, la falta de energía o fuerzas, la falta de concentración, la falta de vitalidad, el aislamiento y otras. “En algún caso extremo también puede llevar consigo hasta ideas suicidas”, advierte Gonzáles. 

¿Qué se puede hacer? La OMS recomienda, como primer punto mantener el contacto con amigos y familia, pero además: 

• Tratar de seguir haciendo cosas que solía disfrutar
• Hacer ejercicio a menudo, aunque solo sea dar un paseo
• Seguir, si es posible, unos hábitos alimenticios y de sueño regulares
• Evitar o reducir el consumo de alcohol y drogas ilícitas
• Contar o hablar con alguien de confianza sobre cómo se siente.
• Acudir a un proveedor de atención de salud

“La depresión tiene que ser tratada, se tiene que hacer un buen diagnóstico, a partir de profesionales de la salud mental, ya sea un psicólogo o un psiquiatra”, remarca el especialista. 

Gonzáles lamenta que en Bolivia se toma poca importancia a la salud mental y se la pone en un segundo o tercer plano. 

“No somos una cultura que le dé prioridad a la salud mental. A veces, las personas buscan formas de trabajar en su depresión, pero no son las más indicadas. Entonces, terminan en casos de intentos de suicidios. En Cochabamba, se atienden a diario entre uno y tres casos de intento suicida. Eso es altamente significativo para la sociedad”, alerta.

El experto reitera que la mejor forma de tratar o diagnosticar la depresión es de la mano de un profesional de la salud mental y llama a la población a responsabilizarse por su bienestar físico, pero también mental.