La Justicia en Argentina ordenó indemnizar con más de 10 millones de pesos a una familia que veló y cremó por error a un desconocido. El fallo reconoció el “profundo daño moral y espiritual” que sufrieron las víctimas.
13/11/2025 10:38
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Una familia de Córdoba despidió y cremó los restos de un desconocido creyendo que se trataba de su pariente.
El insólito error se produjo entre la morgue del Hospital Nacional de Clínicas y la funeraria Juan Caruso, y derivó en una demanda por daño moral y espiritual.
La Justicia finalmente les dio la razón y ordenó una indemnización de 10,3 millones de pesos.
El hecho ocurrió en mayo de 2023, aunque trascendió en las últimas horas tras conocerse el fallo judicial.
Según la investigación, Feliciano Narciso Mercado falleció en el Hospital de Clínicas y su cuerpo fue derivado a la morgue.
La funeraria encargada del sepelio retiró los restos, pero por una confusión en la identificación entregaron el cuerpo de otro hombre con el mismo apellido: Mercado.
Un velorio equivocado
La familia recibió el ataúd cerrado y sellado, pero no sospechó nada. Desde la empresa les aseguraron que era “un procedimiento habitual para agilizar el servicio”, según informó el portal El Doce.
Sin dudar, despidieron a su supuesto ser querido y procedieron a cremarlo en un cementerio de Colonia Tirolesa.
Días después, los responsables de la funeraria se comunicaron con ellos para pedirles que se presentaran en el hospital. Allí les informaron la verdad: el cuerpo que habían velado no era el de Feliciano Mercado, sino el de Esteban Mercado, un hombre fallecido semanas antes, el 12 de abril de 2023, según publicó La Voz del Interior.
Con profundo dolor, la familia devolvió las cenizas equivocadas, reconoció el cuerpo de su verdadero familiar y tuvo que vivir nuevamente el velorio y la cremación.
La decisión judicial
Afectados por la situación, los familiares iniciaron una demanda por daño moral contra la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) —responsable legal del hospital— y contra la funeraria Caruso.
El juez federal Carlos Ochoa falló a su favor y ordenó el pago de 10,3 millones de pesos en concepto de reparación.
En su sentencia, el magistrado sostuvo que existió “una clara falta de diligencia y un defecto en la prestación del servicio”.
“La UNC debe responder, sea que su personal entregó el cuerpo equivocado o permitió que la funeraria lo retirara sin control alguno”, indicó el juez.
El empleado de la morgue, Javier Calvo, reconoció haber cometido el error al no verificar correctamente el nombre del cuerpo retirado y fue sancionado con 30 días de suspensión.
Por último, Ochoa concluyó que los acusados “obligaron a la familia a vivir dos veces el proceso de despedir a un ser querido, alterando su tranquilidad espiritual y causándoles un profundo daño moral”.
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