La madre indignada y sin consuelo recuerda que fueron segundos para que su hija desapareciera para siempre.
31/12/2024 11:55
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Una madre vivió un calvario luego que su pequeña hija de 7 años, Nayla Malena Agüero, desapareciera de su vista mientras jugaba en una piscina inflable en el patio de su casa, el pánico se apoderó de la progenitora al no verla.
El infame crimen ocurrió el pasado miércoles 18 de diciembre, en el barrio Pico Rojo de General Rodríguez, en Argentina. “Fue un segundo que le quité la vista, un segundo”, sollozó la madre, Natalia Herrera. “Ella estaba contenta ese día porque había pasado a tercero”, añadió y se quebró.
Natalia contó la búsqueda desesperada de su hija, en la casa de dos pisos donde vive en alquiler, su vivienda está ubicada en la planta superior, hace cuatro meses se había mudado, sin pensar que la dueña de casa era la madre del hombre que le arrebataría a su hija, Ariel Axel Díaz.
“Mi niña me dijo: ‘Mami voy a bajar para hablar con la nena de acá al lado”, contó la madre, pero algo le causó inquietud y es hubo mucho silencio. Preocupada comenzó a gritar: “Male, Male”, sin tener respuesta.
En su desesperación llegó a hablar con el detenido, quien en primera instancia le dijo que no vio nada porque se estaba bañando. “Le golpeé al hijo de p***. Le digo ‘¿no viste a mi nena que no está?' Me dijo que no vio nada, que se estaba bañando”, recordó.
Agentes policiales ejecutaron el protocolo de búsqueda, en un primer recorrido a la vivienda no encontraron nada sospechoso, sin embargo, algo levantó dudas. La niña nunca dejó la casa, nadie la vio en la calle.
La madre de Nyla le dijo a un oficial: “No hay manera de que se vaya porque están sus chinelas están acá”, por tal motivo se realizó una segunda intervención en la vivienda.
La primera vez Ariel permitió que revisaran su vivienda, pero la segunda vez se negó, hasta que finalmente aceptó. Los oficiales requisaron su habitación y se encontraron con una escena dantesca, la niña estaba en el ropero de Ariel envuelta en sábanas blancas.
“Yo salí para afuera y el oficial me dijo: ‘Lo siento mucho’ y estaba ahí adentro mi bebé”, dijo en medio de impotencia. “Nunca pensé que la iba a agarrar, la iba a matar y la iba a violar”, dijo aunque la autopsia deberá confirmar si hubo un abuso sexual.
"Capaz que la llamó y le dijo que le iba a dar algo para mí y la agarró”, indicó a un medio local, al tiempo que descartó haber tenido algún tipo de problema previo con el detenido. “Yo quiero justicia para mi hija, nadie me la va a devolver. Pido que pague porque él va a seguir vivo y a mi hija la tengo que enterrar, que pague. ¿Por qué le hizo esto a mi hija?”, reclamó.
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