Filas interminables y vigilia: Se agrava la escasez de combustibles en provincias y ciudades de Bolivia

La crisis de escasez de combustible en Bolivia se agudiza cada día más, afectando tanto a las provincias como a las ciudades. En localidades como Cotoca, los surtidores apenas reciben 15.000 litros de gasolina, insuficientes para abastecer a los conductores que llevan días en espera.

Por otro lado, en Riberalta, los revendedores han incrementado el precio, llegando a vender una botella de gasolina de dos litros por hasta 40 bolivianos, generando una especulación insostenible para los habitantes de la zona.

La situación también se extiende a Pailón, que lleva una semana sin combustible. Las filas de vehículos y motocicletas superan los 1.000 metros de distancia, reflejando el caos generado por la falta de suministro. En Vallegrande, la desesperación también se apodera de los conductores, quienes deben hacer largas esperas para poder acceder al carburante.

La escasez no solo se limita a las grandes ciudades, sino que también golpea con fuerza a provincias como Concepción, Yapacaní y Portachuelo. Según denuncias del presidente cívico provincial, Juan Marcelo Méndez, estos lugares llevan más de dos semanas sin acceso regular a combustibles, lo que ha generado bloqueos y protestas en diversas carreteras.

“Bienvenido a Venezuela y Cuba”, expresó Méndez, señalando la grave crisis que enfrenta el país, un productor de combustible que ahora vive en medio de escasez. Los precios en el mercado negro también se han disparado, con precios que oscilan entre los 20 y 25 bolivianos por litro.

El líder cívico no dudó en criticar la falta de acción por parte del Gobierno, acusándolo de ser responsable de la crisis por la mala gestión de los recursos. “Durante 20 años se han despilfarrado la plata, y este es el país que nos están dejando”, lamentó.