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“No aguanto este dolor”: madre y abuela clama ayuda, tras perder a su hijo y nieto en un incendio en Santa Cruz

El incendio que consumió la humilde vivienda de su hijo no solo se llevó sus pertenencias, sino también a dos de sus seres más amados.

21/05/2025 12:29

Madre y abuela clama ayuda tras perder a su hijo y nieto en incendio. FOTO: NTV/RED UNO. Composición CHMF.
Santa Cruz, Bolivia

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Una familia quedó devastada tras una tragedia que se llevó dos vidas en cuestión de minutos. La señora Juana Guarachi, madre de un joven padre de 37 años y abuela de un niño de 10, clama hoy entre lágrimas por ayuda para poder darles sepultura.

El incendio que consumió la humilde vivienda de su hijo no solo se llevó sus pertenencias, sino también a dos de sus seres más amados.

“Yo no aguanto este dolor. Perdí a mi hijo, perdí a mi nieto… tan joven ese niño, tenía mucha vida por delante”, dijo Juana con la voz quebrada en una entrevista en medios locales. “No tenemos dónde enterrarlos. Estamos con los dos cuerpos y no sé qué hacer. Somos de pocos recursos, no tengo cómo afrontar este gasto”.

El fuego se desató cerca de las 2:30 de la madrugada. Según narró Joel René Mamani, hermano del fallecido, el cortocircuito habría sido el origen de la tragedia, agravado por la presencia de combustible que el joven padre utilizaba para su trabajo como mecánico. “El fuego reventó el techo y lo consumió todo. No pudimos hacer nada”, relató Joel entre lágrimas. Él fue testigo del desastre y logró entrar a la vivienda, pero ya era demasiado tarde.

Un padre luchador, un hijo con sueños

El padre de familia, recientemente independizado, luchaba día a día por sacar adelante a sus hijos mientras soñaba con abrir su propio taller de mecánica. “Estaba emprendiendo. Tenía proyectos, sueños... apenas estaba empezando”, cuenta su hermano.

Su pequeño hijo de 10 años vivía con él. Era el mayor de cuatro hermanos. Sus hermanitos y su madre, que había migrado a Argentina en busca de un futuro mejor, no estaban presentes al momento del incendio.

“La mamá le había prometido venir a buscarlo para Navidad. Ahora no puede venir ni a despedirse”, agregó Joel.

Un clamor de ayuda

El dolor de esta familia es inconmensurable. No solo perdieron a dos miembros fundamentales, también quedaron sin hogar, sin pertenencias, sin sustento… y sin medios para afrontar los gastos funerarios. “Estamos viviendo el velorio en nuestra casa, donde antes vivíamos todos. No tenemos cementerio, ni nada aún”, comentó Joel.

Por ello, recurren al pueblo cruceño y a todo aquel que pueda tender una mano. Cualquier ayuda, por pequeña que parezca, puede hacer la diferencia.

¿Cómo puedes ayudar?

Si deseas colaborar, puedes comunicarte al número: 686 95 217.

 

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