“Juntos para siempre”, escribía Rute la esposa de Diogo Jota el día de su boda

La madrugada del 3 de julio quedará grabada para siempre en el corazón de Rute Cardoso. Lo que hace apenas dos semanas era un cuento de hadas. Diogo José Teixeira da Silva, conocido mundialmente como Diogo Jota, falleció junto a su hermano en un trágico accidente de tráfico en la autovía A52, a la altura de Zamora. Tenía 28 años, una carrera brillante y una familia por la que vivía.

La noticia cayó como un 'mazazo' en el mundo del deporte, pero sobre todo, en el corazón de quienes conocían de cerca su historia con Rute, su amor de toda la vida. Se conocieron siendo adolescentes, en un instituto de Oporto. Ella, risueña, discreta, amante de los viajes; él, un joven apasionado por el fútbol. Desde aquel encuentro en 2013, jamás se separaron.

Nueve años de noviazgo, tres hijos y una boda que parecía sellar para siempre una historia de amor construida con paciencia, ternura y resiliencia. “Mi sueño se hizo realidad, Juntos para siempre”, escribía Rute en redes sociales el pasado 22 de junio, cuando finalmente se casaron en una ceremonia íntima rodeada de sus seres queridos. Apenas catorce días después, la tragedia la dejó viuda.

Una historia de amor fuera de los reflectores

Rute acompañó a Diogo desde los campos de tierra de Gondomar hasta las luces de Anfield. Se mudó con él a Inglaterra en 2017 cuando fichó por el Wolverhampton, lo acompañó a Madrid, lo sostuvo en los momentos difíciles y celebró cada gol, cada logro, cada victoria. En 2020, cuando Diogo firmó con el Liverpool por más de 40 millones de euros, fue ella quien estuvo detrás de escena, cuidando de sus hijos, manteniendo la estabilidad de un hogar lejos de casa.

La pareja formó una familia sólida. Dinis, su primer hijo, llegó en febrero de 2021. Luego vinieron su segundo hijo en 2023 y su hija menor, nacida en noviembre de 2024. En cada publicación, Diogo dejaba ver su faceta más humana, padre presente, esposo enamorado, hombre agradecido.

El accidente

El trágico accidente ocurrió alrededor de las 00:40 horas, en el kilómetro 65 de la A52, cuando el Lamborghini en el que viajaba junto a su hermano, André Silva —jugador del Peñafiel—, se salió de la vía. El vehículo se incendió y quedó completamente calcinado. Pese a los esfuerzos de los servicios de emergencia, ambos jóvenes fallecieron en el acto.

Las causas del accidente aún están siendo investigadas, pero la conmoción es absoluta. Dos hermanos, dos vidas llenas de sueños, apagadas en un instante.

El fútbol está de luto, pero más aún, lo está una mujer que vio en Diogo no solo al futbolista talentoso, sino al compañero, al amigo, al padre de sus hijos. Rute, quien celebraba hace apenas días el haber cumplido su sueño, ahora enfrenta la desgarradora tarea de explicarle a sus hijos por qué papá no volverá a casa.

La historia de Rute y Diogo no era perfecta porque lo tuvieran todo, sino porque lo construyeron juntos, paso a paso, con amor real. Y esa es quizá la lección más dura de esta tragedia, que incluso las historias más hermosas pueden terminar antes de tiempo.

Hoy, el mundo recuerda a Diogo Jota no solo por los goles, sino por el hombre que fue fuera del campo. Y mientras miles lo despiden con aplausos y lágrimas, una mujer —su Rute— se aferra a los recuerdos de un amor que vivió intensamente, aunque demasiado breve.