Narcos bolivianos estuvieron detrás del secuestro de una manicurista en Uruguay

El secuestro de una joven manicurista de 22 años en Uruguay ha destapado un hecho que vincula a narcotraficantes bolivianos con un cargamento de 400 kilos de cocaína interceptado meses atrás.

La víctima fue raptada en su vivienda en Montevideo por cinco delincuentes que, al grito de “¿Dónde está la plata?”, irrumpieron en busca de una maleta con USD 500.000, entregada días antes por una clienta que resultó ser la pareja de un narcotraficante uruguayo.

La noche del secuestro, la manicurista estaba en casa con su hermano menor y su novio. Los delincuentes irrumpieron y se llevaron a la joven a la fuerza, dejando destrozos tras una frenética búsqueda del dinero. Horas más tarde, la Policía halló a la víctima atada de pies y manos a una silla, con signos de tortura, en las inmediaciones del lugar donde fue capturada.

Lo que llamó la atención de las autoridades es que la joven estuvo envuelta en otro hecho similar. Hace un mes, la joven fue rescatada por vecinos cuando unos hombres intentaron subirla a la fuerza a una camioneta. Este antecedente, sumado a los detalles de la maleta y el dinero, apuntó rápidamente a un ajuste de cuentas vinculado al narcotráfico.

Las investigaciones revelaron que el secuestro está relacionado con un cargamento de 400 kilos de cocaína incautado en Uruguay, que había llegado desde Bolivia.

Tras la operación fallida, los narcotraficantes bolivianos comenzaron a exigir el pago de la droga. La pareja del delincuente uruguayo, actualmente preso, recibió instrucciones de reunir USD 500.000 pero sin entregarlos hasta recibir la autorización. Temiendo represalias, decidió dejar la maleta en la casa de la manicurista.

Los secuestradores no pidieron rescate ni dinero, lo que refuerza la teoría de que durante su cautiverio la joven confesó el paradero del dinero o reveló información clave.