Fue atropellado y tirado en un cementerio, pero sobrevivió y pide ayuda

La vida de Cristian Flores, de 35 años, dio un giro trágico la madrugada del pasado viernes cuando fue atropellado en la avenida Paurito, en la zona del Plan 3.000.

Lejos de recibir auxilio, su agresor y otros sujetos lo abandonaron en el cementerio de la Ciudad de la Alegría, creyéndolo muerto. Hoy, con múltiples fracturas y 90 días de impedimento, su familia clama justicia y apoyo para cubrir una deuda médica que supera los 20 mil bolivianos.

“Me desperté todo accidentado, me habían botado atrás de la Ciudad de la Alegría”, relata Cristian con dificultad desde su cama en la clínica.

“Un taxista me encontró y pidió ayuda a una patrulla”. La brutalidad del hecho ha conmocionado a la comunidad: su mandíbula está fracturada, necesita platino en su cuerpo y tiene heridas por haber sido arrastrado.

Su hermano, Pedro Flores, exige que el responsable dé la cara. “Lo tiraron como si fuera un animal, creyendo que estaba muerto. Pedimos que su conciencia le remuerda y se haga cargo de los gastos”. Además, pide colaboración de los vecinos de la zona para revisar las cámaras de seguridad y dar con el culpable.

Mientras la familia enfrenta la difícil situación económica y emocional, Cristian hace un llamado desesperado:

“Tengo cuatro hijos que mantener y no podré trabajar por meses. Pido a la persona que me atropelló que se ponga la mano en el pecho y me ayude”.

Si desea colaborar con la recuperación de Cristian, puede comunicarse al 773 98 491.