Dispositivos electrónicos: Uno de los principales causantes de la falta de habilidad de motricidad fina de tus hijos

En la actualidad, los niños tienen un acceso cada vez mayor a dispositivos electrónicos, lo que ha transformado la manera en que juegan, aprenden y se comunican. Sin embargo, como educadora, he observado que este cambio también trae consigo un desafío importante: la disminución en el desarrollo de sus habilidades motoras finas.

La motricidad fina es la capacidad de realizar movimientos precisos con los músculos pequeños de las manos y los dedos. Es fundamental para tareas diarias como escribir, abotonarse la ropa, recortar con tijeras, colorear o incluso atarse los zapatos. Estas habilidades no solo facilitan la autonomía de los niños, sino que también están directamente relacionadas con su desarrollo cognitivo y académico.

Los dispositivos electrónicos, como tablets y smartphones, requieren movimientos repetitivos pero limitados: deslizar, tocar y presionar. A diferencia de actividades como la escritura manual o el juego con materiales manipulativos, el uso prolongado de pantallas reduce las oportunidades de desarrollar la coordinación y la fuerza en los dedos y manos. Como resultado, cada vez más niños tienen dificultades para agarrar un lápiz correctamente, hacer trazos precisos o realizar tareas básicas que requieren destreza manual.

Es esencial encontrar un equilibrio entre el uso de la tecnología y la práctica de actividades que fomenten la motricidad fina

A continuación, les comparto algunas estrategias efectivas que podemos realizar en casa con los niños:

▪️Fomentar el dibujo y la escritura manual

▪️Incorporar juegos manipulativos: Actividades como armar rompecabezas, jugar con plastilina, ensartar fideos o construir con bloques ayudan a fortalecer los músculos de las manos.

▪️Usar materiales cotidianos: Abrochar botones, abrir y cerrar frascos, cortar con tijeras o modelar con arcilla.

▪️Establecer tiempos de pantalla adecuados: No se trata de eliminar la tecnología, sino de regular su uso y asegurarse de que los niños también tengan tiempo para actividades físicas y manuales.

Los avances tecnológicos son una herramienta valiosa en la educación y el entretenimiento infantil, pero su uso excesivo puede afectar el desarrollo de habilidades esenciales como la motricidad fina. Como educadores y familias, debemos fomentar un equilibrio saludable, ofreciendo experiencias prácticas que ayuden a los niños a fortalecer su destreza manual y su autonomía en la vida diaria. Solo así garantizaremos un desarrollo integral en la era digital.