Un bebé recién nacido fue rescatado con vida de una alcantarilla en un basurero clandestino. El dramático operativo, registrado en video, mostró a un policía brindándole calor con su propio cuerpo.
15/11/2025 13:06
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Un estremecedor hallazgo sacudió la mañana del miércoles 12 de noviembre en Hatillo, San José, Costa Rica. Un bebé recién nacido, con apenas horas de vida, fue encontrado abandonado en un basurero clandestino, expuesto al frío, al peligro y a las aguas residuales. Su llanto, que alcanzó a un transeúnte, se convirtió en el llamado desesperado que evitó una tragedia.
Según informó la Fuerza Pública, el aviso llegó cuando un ciudadano alertó a los oficiales que patrullaban la zona sobre un llanto proveniente de una alcantarilla ubicada dentro del basurero, junto a la rotonda del sector Rancho Guanacaste. De inmediato, los uniformados iniciaron una búsqueda contrarreloj, guiados únicamente por aquel llanto débil que pedía auxilio.
Cuando finalmente lo encontraron, el bebé estaba dentro de la tubería de aguas residuales, con signos evidentes de hipotermia. Con ayuda de una escalera, uno de los policías descendió al oscuro conducto para rescatarlo.
Afuera, sus compañeros aguardaban con angustia. Una vez en sus brazos, aquel oficial tomó una decisión instintiva y profundamente humana, abrió su camisola y colocó al bebé sobre su pecho para brindarle calor, repitiendo el gesto más primario de protección. La escena, registrada en video, recorrió las redes sociales y convirtió a los rescatistas en héroes nacionales.
El pequeño fue trasladado de urgencia al Hospital Nacional de Niños (HNN). Su director, el Dr. Carlos Jiménez, confirmó que el recién nacido evoluciona favorablemente, aunque permanece internado para descartar infecciones u otros riesgos derivados de haber estado expuesto a aguas contaminadas. También informó que el bebé aún no tiene nombre y que su futuro dependerá del avance de la investigación que realiza el Ministerio de Seguridad Pública, tal como establece el protocolo para estos casos.
Francisco Quirós, oficial de la Fuerza Pública, fue quien bajó a la alcantarilla y sostuvo al bebé sobre su pecho para darle calor mientras luchaba por su vida. En entrevista con Teletica, compartió que desde ese instante nació un vínculo difícil de explicar, un lazo que lo llevó incluso a expresar su deseo de adoptarlo.
“El sentimiento que me dio cuando lo puse en mi pecho fue protegerlo de cualquier daño. Traté de darle el calor que un padre le da a su hijo. Sentir que alguien lo ama en este momento, porque no es fácil. Si tengo que estar para el bebé, lo voy a estar. Sé que podrá sonar muy loco, pero lo considero como un hijo. Él merece un papá. Daría todo por tenerlo conmigo. Tanto él me salvó a mí, como yo lo salvé a él”, manifestó con evidente emoción.
Para muchos, la imagen del policía cubriendo al bebé con su propio pecho simboliza la humanidad que aún permanece viva incluso en medio de las situaciones más duras. Mientras las autoridades continúan con las investigaciones y el país sigue atento a la evolución del recién nacido, esta historia se ha convertido en un recordatorio de que a veces, la esperanza llega en forma de un llanto frágil… y de un corazón dispuesto a responder.
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