Los inicios de esta casa de estudio se remontan a mayo de 1966. Con los objetivos claros, esta casa de estudios apunta a seguir creciendo y aportando al desarrollo del país
21/05/2024 19:26
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“Aspiramos a seguir siendo la universidad con mejor calidad docente de Bolivia, una universidad que investiga y que educa. Aspiramos a ser la mejor universidad en Bolivia y a situarnos entre las mejores de Latinoamérica”, señaló el Padre José Fuentes Cano, rector nacional de la Universidad Católica Boliviana, en ocasión del festejo por los 58 años de vida de la institución, dejando los objetivos marcados claramente.
“Nuestro modelo institucional quiere lograr profesionales con capacidad para pensar e interpretar el mundo en el que vivimos y, fruto de ese objetivo, es que se están implementando en todas las carreras las nuevas materias humanísticas: pensamiento crítico, epistemología y ética profesional”, acotó a tiempo de destacar que se cuenta con el mejor plantel docente del país.
La fundación de la Universidad Católica Boliviana tuvo sus orígenes en 1963, cuando Monseñor Carmine Rocco, Nuncio Apostólico de Su Santidad en Bolivia, y el Dr. Luis Adolfo Siles establecieron el Comité Pro Universidad Católica, con el objetivo de fundar una institución de educación superior inspirada en los principios de la Iglesia Católica.
Tres años más tarde, el 14 de mayo del año 1966, iniciaron formalmente las clases, por lo que en esa fecha se celebró los 58 años de actividad ininterrumpida de la institución.
“Lo que ofrecemos a Bolivia como Universidad Católica Boliviana, nuestra propuesta de valor, lo que nos diferencia, nuestra identidad, es el ser una Universidad Católica… si la palabra universidad expresa la aspiración a una totalidad, la universalidad del conocimiento, católica significa, lo mismo: universal”, resaltó el rector.
Entre sus principios, la Universidad Católica aspira a la verdad plena que trasciende la verdad científica, empírica y comprobable, para indagar y preguntar por el sentido de todo lo que existe, la verdad que está más allá de lo visible, por ello cuenta con una Facultad de Teología y carreras de Filosofía y de Antropología, que son impulsadas y cuidadas con esmero.
“En la Universidad Católica se educan personas integras y de forma integral. No solo profesionales, bien formados intelectualmente y bien dotados, sino personas que sean capaces de decidir bien, actuar de acuerdo a valores humanos”, subrayó el padre Fuentes Cano.
La máxima autoridad de la U.C.B. también señaló que se está consciente de que formar profesionales así, “exige mucho más de lo que se puede exigir por un salario; exigimos opción, convicción, vocación, esfuerzo, dedicación y capacidad para educar mediante el propio ejemplo personal de entrega y de preocupación de los unos por los otros”, aseveró, a tiempo de dar gracias al plantel docente.
Destacó también la importancia de la interacción social, que debe ser un pilar del trabajo académico de la universidad, organizada desde las facultades, en un proceso educativo que culmina no solo con la finalización de los estudios, sino con la adquisición de un empleo. “Nuestra universidad debe buscar la integración social y ayudar a culminar el trayecto universitario en la empleabilidad”, afirmó.
También destacó que la U.C.B. es una universidad que se extiende, que “no está inmóvil y estática, sino que crece” y que para eso se ha creado una nueva Unidad Académica Campesina en Sacaca, Potosí, con la carrera de enfermería y en la ciudad de El Alto con un buen número de estudiantes en Gastronomía, Fisioterapia y Kinesiología, así como Bioquímica y Farmacia.
“Gracias a cada uno de ustedes, que hacen posible cada día el trabajo y los fines de esta gran institución, que es la Universidad Católica Boliviana San Pablo”, cerró el padre Fuentes.
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