Rodrigo Paz Pereira llega a la presidencia con una vida familiar sólida junto a su esposa María Elena Urquidi, la nueva primera dama del país, y sus cuatro hijos.
26/10/2025 11:32
Escuchar esta nota
Rodrigo Paz Pereira llega a la presidencia de Bolivia con una profunda convicción familiar. Casado desde hace 25 años con María Elena Urquidi, con quien tiene cuatro hijos, el nuevo mandatario combina su legado político con una vida familiar discreta, sólida y profundamente ligada a los valores que dice guiar su carrera: la fe, el amor por su tierra y la unidad.
Rodrigo Paz Pereira, de 57 años, no solo representa una nueva etapa en la política boliviana; también encarna una historia familiar tejida entre el exilio, la superación y el arraigo. Hijo del expresidente Jaime Paz Zamora y de la española Carmen Pereira, su vida temprana transcurrió en distintos países mientras su familia huía de la persecución durante las dictaduras militares.
Aquellos años de incertidumbre marcaron su carácter y su visión del país que hoy está llamado a gobernar. Nació el 22 de septiembre de 1967 en Santiago de Compostela, España, y fue formado en colegios jesuitas. Paz creció entre libros, aeropuertos y recuerdos de resistencia.
Estudió Economía, Relaciones Internacionales y obtuvo una maestría en Gestión Política en la American University de Estados Unidos. Fue allí donde conoció a quien se convertiría en su compañera de vida: María Elena Urquidi Barbery, a quien cariñosamente llama “Bibi”.
Rodrigo, su esposa e hijas, "mujeres de hierro"
De presencia discreta y mirada serena, María Elena Urquidi pertenece a una de las familias tradicionales de Bolivia, descendiente de los Tezanos Pinto, linaje con raíces en la historia política y comercial de Bolivia, Argentina y Chile.
Junto a Paz, María Elena Urquidi construyó un hogar lejos de los reflectores, pero cercano a los valores familiares que ambos defienden. Son padres de cuatro hijos: Catalina, Alicia, Paulino y Elena. Los Paz Urquidi han llevado una vida entre La Paz y Tarija, acompañando la trayectoria política de Rodrigo sin perder el equilibrio familiar.
A lo largo de la campaña electoral, “Bibi” Urquidi mantuvo un perfil bajo, pero su presencia fue constante. Se la vio en momentos clave, apoyando en silencio, lejos de discursos o cámaras, pero siempre cerca de su esposo. Su papel, discreto pero firme, anticipa un estilo de primera dama más institucional que mediático.
Junto a su hijo varón, las tres hijas del nuevo presidente también juegan un rol fundamental, no solo en su vida familiar, sino en su perfil político. Rodrigo destacó durante su campaña, que su principal llegada a la gente eran lo viajes por todo el país y a través de las redes sociales. Un par de horas después de confirmarse que había sido elegido presidente el 19 de octubre, resaltó que la campaña en redes sociales, dirigida por su hija mayor, había sido clave para su elección.
El legado y la nueva historia familiar
Rodrigo Paz creció escuchando historias de supervivencia: su madre Carmen Pereira Carballo sobrevivió a un accidente automovilístico durante el exilio en Colombia y su padre el expresidente Jaime Paz Zamora fue el único que salió con vida del atentado aéreo en Tacachira, en 1980. Esos episodios marcaron su vida y lo llevaron a construir una identidad política con sentido humano.
En sus redes sociales, se define como “apasionado por mi tierra, el fútbol, la comida nacional y la familia”, una descripción que refleja la faceta más íntima del nuevo mandatario, quien combina la firmeza de su linaje con una sensibilidad moderna hacia el rol familiar y la vida cotidiana.
Hoy, mientras Bolivia lo observa asumir el liderazgo del país, Paz Pereira no solo carga con el peso de su apellido, sino también con la esperanza de una generación que lo ve como un puente entre el pasado y el futuro. Y en medio de ese escenario histórico, su mayor fortaleza sigue siendo la misma que lo sostuvo desde el exilio: su familia.
Mira la programación en Red Uno Play
16:00
18:00
19:00
19:55
21:00
23:40
16:00
18:00
19:00
19:55
21:00
23:40
