El nuevo mandatario boliviano, Rodrigo Paz Pereira, no solo llega al poder respaldado por el voto popular, sino también con uno de los legados políticos familiares más amplios e influyentes de la historia del país.
26/10/2025 10:49
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El nombre de Rodrigo Paz Pereira, está profundamente vinculado a una genealogía de líderes que marcaron hitos en la vida política nacional, dejando huellas imborrables en distintas etapas del siglo XX y XXI.
El historiador Jhosmane Jesús Rojas Padilla señala que este linaje tiene raíces históricas de gran peso:
“Víctor Paz Estenssoro, tío abuelo de Rodrigo Paz, fue una de las personalidades más importantes del siglo pasado. Presidió Bolivia en cuatro ocasiones y fue protagonista central de la Revolución Nacional de 1952, un hecho que transformó la estructura política, económica y social del país”, manifestó Rojas.
A ese legado se suma su padre, Jaime Paz Zamora, quien también presidió Bolivia entre 1989 y 1993, representando una generación que transitó desde la izquierda revolucionaria de los años 70 hacia un período de apertura democrática y de acuerdos políticos durante la era de la UDP.
“Jaime Paz fue una figura clave en la recomposición del sistema político boliviano tras los años de dictaduras. Su capacidad de diálogo y su papel en la transición democrática consolidaron una nueva etapa institucional”, afirmó Rojas.
Con estos antecedentes, Rodrigo Paz Pereira se convierte en el mandatario con la herencia política más extensa de la historia boliviana, encarnando la continuidad de una tradición familiar marcada por el poder, la reforma y la visión nacional. Su ascenso no solo representa una nueva generación en la política, sino también la renovación de un apellido ligado históricamente al mando y a la transformación del Estado boliviano.
Otros casos de legado político familiar en la historia de Bolivia
La historia nacional ha mostrado que la política boliviana ha tenido apellidos que se repiten en el poder, conformando verdaderas dinastías políticas a lo largo del tiempo.
El general José Ballivián Segurola, héroe de la Batalla de Ingavi y presidente de Bolivia en 1841, tuvo a su hijo Adolfo Ballivián también como presidente en 1873, y años más tarde su sobrino Hugo Ballivián Rojas asumió el mando del país.
“Hay el caso de José Ballivián, el Mariscal de Ingavi, que fue tomado muy en cuenta en lo que fue la invasión del Perú en 1841, la derrota del ejército peruano a la cabeza del general Gamarra, y el hijo posteriormente en 1873-1874 asumiendo como presidente, pero siendo lo contrario al padre, él era militar y el hijo era civil”, manifestó Rojas.
Otro ejemplo emblemático es el de Hernando Siles Reyes, presidente en 1926, cuyos hijos Hernán Siles Zuazo y Adolfo Siles Salinas también ocuparon la primera magistratura en diferentes momentos, consolidando una de las líneas familiares más influyentes del siglo XX.
Una nueva generación que hereda historia y poder
Con la llegada de Rodrigo Paz Pereira a la presidencia, Bolivia presencia la continuidad de una herencia política familiar que atraviesa décadas de historia. En un país donde los apellidos presidenciales se repiten y simbolizan diferentes etapas del proceso político nacional, el nuevo mandatario representa la síntesis entre pasado y futuro, entre la tradición de sus antecesores y los desafíos contemporáneos que enfrenta el país.
Su liderazgo no solo se apoya en el legado de sus predecesores, sino también en su propia trayectoria política, marcada por su paso por la alcaldía de Tarija, su labor legislativa y su discurso centrado en la ética, la transparencia y la unidad nacional.
Así, el legado político familiar de los Paz Estenssoro y Paz Zamora encuentra una nueva expresión en Rodrigo Paz Pereira, quien asume el reto de conducir Bolivia con la experiencia heredada y la responsabilidad de construir su propia historia.
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