Desesperación y estrategias en las interminables filas por combustible en Santa Cruz

Las filas en los surtidores de Santa Cruz se han convertido en una escena cotidiana, pero la crisis del combustible sigue generando frustración e incertidumbre entre los conductores. Desde madrugadas en vela hasta métodos poco convencionales de almacenamiento, la desesperación se hace evidente en cada testimonio recogido en estos interminables tiempos de espera.

Entre los afectados, destacan los menonitas, quienes han pasado días buscando diésel sin éxito. “No hay nada de combustible”, se lamenta uno de ellos, mientras otro añadió con resignación: “Está pele ahorita”. Su incertidumbre sobre cómo continuar con sus labores agrícolas refleja el impacto directo de esta crisis.

En la espera, cada conductor desarrolla su propia estrategia de resistencia. Algunos recurren al infaltable bolo de coca para aguantar las largas horas, mientras otros buscan entretenimiento para hacer más llevadera la espera. “Con el bolo nomás pues, no hay más”, comenta un conductor mientras mastica coca y observa la lenta fila avanzar.

Algunos buscan prevenir futuras complicaciones almacenando combustible en botellas plásticas, una práctica riesgosa pero que evidencia la necesidad de garantizar abastecimiento ante la incertidumbre.

Mientras tanto, la incertidumbre persiste. “Estoy desde las 23:00, este es el segundo surtidor que intento. Me alcanza para cinco días y luego tengo que volver a hacer filas”, comenta un afectado.

La crisis del combustible en Santa Cruz sigue dejando escenas de impotencia y estrategias de supervivencia. En las filas, más que gasolina o diésel, se consume el tiempo y la paciencia de cientos de ciudadanos que, sin opciones, siguen esperando una solución que parece no llegar.